PRUEBAS COVID
Decía Gabriel García Márquez que ser periodista es tener el privilegio de cambiar algo todos los días. Tratando de ser aprendiz de periodista y siendo eterno aprendiz de medicina, me he comprometido a tratar de difundir información con el fin de cambiar algo y me sentiré satisfecho si en alguno de mis dos lectores y medio se da algún cambio.
Veamos un ejemplo. Con el siguiente enlace y mis observaciones, comento sobre las pruebas de antígenos para COVID.
Las pruebas se pueden hacer a:
1-ENFERMOS (DIAGNÓSTICO CLÍNICO): personas con síntomas sospechosos de covid19, por ejemplo, pacientes que van a ver a su médico de cabecera, o que van a urgencias, porque tienen fiebre alta y síntomas respiratorios: tos persistente y constante como datos típicos y puede o no haber otros síntomas: dolor de cabeza, gran malestar, perdida de olfato.
2- CONTACTOS (RASTREO): quienes son sospechosos de estar contagiados pues han tenido contacto cercano con enfermos que dan positivo a covid19; este contacto cercano significa espacio (menos de dos metros), tiempo (más de quince minutos), forma (sin mascarilla) y ocasión (en los dos días antes del comienzo de los síntomas del enfermo, o hasta ocho días desde el comienzo de dichos síntomas).
3- POBLACIÓN (CRIBADO): personas sanas sin síntomas y sin sospecha de contactos. Es cuando se desea “tamizar” o rastrear una población para saber si hay alguien que está contagiando sin saberlo, y sin síntomas. Lo que es poco probable.
Intentaré explicar en que consiste la prueba de antígenos.
El nuevo coronavirus, el SARS-CoV-2, es como todos los virus, que depende y sólo cobra vida al invadir células vivas para reproducirse .Tiene una parte central con el material genético (en este caso ARN, ácido ribonucleico) y una especie de corona con algunas proteínas específicas que le permiten “engancharse” a las células, para infectarlas. Estas proteínas de la envoltura son los antígenos, sustancias características de cada virus que desencadenan la reacción inmunitaria, de defensa y formación de anticuerpos. Así se entiende que un antígeno es una sustancia capaz de provocar una reacción en nuestro cuerpo con formación de anticuerpos defensivos.
Pues lo mismo con el nuevo coronavirus. Si hay sospecha diagnostica se toma una muestra nasal o faríngea para determinar si hay antígenos específicos del SARS-CoV-2. Esta muestra se deposita en un pocillo, donde está todo preparado para “disolver” el virus (si lo hay) y por capilaridad llevar los fragmentos al lado reactivo, a una tira prefabricada, de papel e impregnada con anticuerpos específicos para SARS-CoV-2. Si hay antígenos del SARS-CoV-2 en la muestra nasal, se produce una reacción contra estos anticuerpos específicos que generan la señal de “POSITIVO”. En otro caso dan la señal de “NEGATIVO”.
Esta prueba de antígenos no dice nada de la cantidad de virus que pueda haber, solo dice si hay o si no hay virus. Y se precisa una cierta cantidad de virus para que “funcione”. Si hay poca cantidad de virus en la muestra la prueba puede dar negativo, en falso. En cambio, si da positiva, la prueba de antígenos localiza a los pacientes más contagiosos, a los que tienen mayor carga viral que son los que nos interesa aislar para cortar la cadena de transmisión. Para que dé positiva la prueba de antígenos se precisan miles, quizá́ decenas de miles, de virus.
Por lo anterior esta prueba de antígenos no es definitiva porque solo sugiere que hay o no hay restos de virus. Visto así, si la prueba es positiva se debe confirmar realizando la prueba PCR.
Efectivamente, la prueba considerada: “oro”, la de la PCR, se basa en la determinación del ácido nucleico, de la nucleocápside, el ARN. Y si hay fragmentos del ácido nucleico del SARS-CoV-2 se replican tantas veces cuantas sean necesarias para poder dar un resultado. O sea, con la PCR el virus “canta” quiera o no quiera.
Es un verdadero lío dejar en claro el valor de la prueba de antígeno, pero aquí un resumen: 1/ paciente con síntomas sospechosos, 2/ con máximo cinco días de síntomas y 3/ prueba de antígeno que dé positiva (paciente con covid19) o que dé negativa (paciente sin covid19).
Debo reiterar que debemos ser muy prudentes al interpretar los resultados de estas pruebas siendo esencial el tomar en cuenta la presencia o ausencia de los síntomas típicos ya mencionados.
Y he aquí ejemplos prácticos propios de mi experiencia personal: hace unos días recibí la visita de una de mis hijas que radica en Austria, portaba un equipo con utensilios para realizar la prueba de antígeno proporcionadas por el gobierno austriaco de manera gratuita, para realizar la prueba como requisito para viajar por diferentes aeropuertos. Antes de regresar a Austria, sana y asintomática, aquí en casa, se hizo una prueba de antígeno, resultó negativa. No hay problema. En laboratorio local le costaría unos 500 pesos.
Hace unos meses, un sobrino sano y asintomático, para donar sangre le hicieron la prueba de antígeno con resultado positivo. Tuvo que permanecer unos 15 días, recomendables, con la sana distancia estricta. Nunca presentó síntomas, pero se consideró fuente de contagio. Le costó 500 pesos la prueba.
Y ya comenté en la entrega previa, que a 20 pacientes con síntomas sugestivos y prueba de antígeno positiva, se trataron con la sana distancia estricta, vigilancia de síntomas y tratamiento sintomático y que fallecieron dos de ellos, que no estaban graves y no necesitaban oxigenación pero cambiaron de opinión y recibieron derivados de la cortisona en exceso, que si acaso está permitida su aplicación en pacientes graves y a dosis mínima. Uno de los fallecidos, en realidad tenía una crisis de asma de unos dos meses de evolución.
Espero aportar algunas ideas de cómo actuar ante la prueba de antígeno, con y sin síntomas, prueba con la que se está provocando mucha confusión, pánico y daños graves por exceso de prescripción de fármacos completamente inefectivos para atacar directamente al virus de COVID.
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