TAQUICARDIA
POR FABIÁN MARTÍNEZ
En la parte más alta de la Sierra Totonca se encuentra Filomeno Mata, municipio con una población aproximada de 20 mil habitantes, donde el 90 por ciento vive en extrema pobreza, condiciones insalubres porque no cuentan con los servicios básicos de agua potable y drenaje.
Desde hace dos décadas Filomeno Mata forma parte de los municipios más pobres del país, acechado por enfermedades como el colera, males diarreicos y gastointestinales, así como desnutrición en la población infantil y de la tercera edad, los grupos más vulnerables de la población.
Conocida como la favela totonaca, (por la construcción de sus casas sobre los cerros), ha tenido que vivir los cacicazgos políticos impuestos por sus gobernantes, los dos últimos, emanados del Partido Acción Nacional, quienes solo se han dedicado a saquear los recursos naturales de la localidad y el presupuesto con que cuenta el municipio.
Pueblo sin ley, donde actualmente no cuentan con patrullas y apenas unos cuantos policias poco o nada pueden hacer, contra la violencia y anarquía que prevalece, derivado de las condiciones extremas de pobreza que da lugar a problemas sociales graves como alcoholismo, drogadicción, desempleo y violencia familiar.
El aroma hediondo se hace notar desde la llegada al municipio, al caminar por las calles de Filomeno Mata se pueden observar los escurrimientos que emanan de las viviendas, los habitantes manifiestan que no tiene agua potable, pero nadan sobre aguas negras, porque la mayoría de las familias no cuentan con drenajes y decenas de familias apenas y tienen letrinas.
Presidentes de la república y gobernadores han visitado el municipio, pero la gente ya no cree en sus promesas ni anuncios rimbombantes, mucho menos en las promesas que les hacen sus alcaldes, entre ellos Miguel Jerónimo Vega, quien bajo la bandera de Movimiento Ciudadano pero financiado económicamente por grandes caciques de la zona, logró llegar al poder y sacar al PAN del gobierno.
Ciudadanos lo describen como un sujeto de costumbres raras, pero fanático religioso, quien les ha hecho creer que él es bueno porque esta en los caminos de Dios, senda para lograr que todo el pueblo alcance mejores condiciones de vida; aunque en los hechos demuestre lo contrario, porque le gusta la vida loca y los excesos.
Encumbrado como si fuera el último emperador totonaco, Jerónimo Vega, usa un cubrebocas color naranja y despacha a puerta cerrada, porque aunque dice que él puede caminar libre porque el que nada debe, nada teme…, acepta que Filomeno Mata es un pueblo sin ley.
Reconoce que no tiene agua, pero que arreglará una bomba para llenar los tanques que abastecen el municipio, que comprará patrullas porque no tienen y contratarán policias, porque algunos hasta son golpeados y nadie los respesta.
Pero los ciudadanos ya no tienen muchas esperanzas, ni tampoco confian en un sujeto al que califican de ignorante, soberbio, prepotente y que se escuda en una congregación religioso Pentecostes, para engañar a la gente.
Miguel Jorónimo Vega, es el alcalde que ordena a su secretaria pedir de comer para todo su séquito de funcionarios y que ocupa la pequeña sala de cabildo de comerdor particular; que trabaja cuando quiere y cuando no, se la pasa jugando en sus redes sociales.
Ese es el alcalde de Filomento Mata, un falso mesias de Movimiento Ciudadano, que hoy gobierna uno de los municipios más pobres del país, pero que afirma no necesitar de nadie, ni siquiera de engodarle el caldo al resto de los presidentes municipales de los municipios de la Sierra Totonaca.
A pesar de que en la semana la Secretaría de Salud en el estado les brindará una jornada de salud y la SIOP realiza trabajos para mejorar las condiciones de la carretera estatal que comunica a Coyutla con dicho municipio.
fabianmartinez101@hotmail.com