Poza Rica, Ver.- Aunado a la humedad que es característica en esta ciudad, el mural de Pablo O’Higgins, Desde las primitivas albores agrícolas prehispánicas hasta el actual desarrollo industrial petrolero, tiene daños cada vez más evidentes.
Hay desprendimiento de pintura de las fachaletas de cerámica, es notorio, también existen agrietamientos y el daño ambiental es otro problema.
En 2015 se rehabilitó el mural por parte personal del Centro Nacional de Conservación y Registro de Patrimonio Artístico Mueble, enviados por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
Aquel año se restauró el 10 por ciento de las fachaletas que presentaban daños, con un mantenimiento a los 236 metros cuadrados que componen el mural.
El ayuntamiento debe tener un manual de conservación en el que se explica la atención que debe darse por parte del ayuntamiento, para prevenir el mínimo contacto respecto a anuncios e instalaciones, señaló en 2015, Jacobo García Cruz, Jefe de taller de pintura mural, de dicho centro del INBA.
El costo fue de más de un millón 600 mil pesos, se restauró el 10 por ciento de las fachaletas, aunque se dio un recubrimiento total.
TÉCNICA INIGUALABLE
Las huellas de humedad en 2016, un año después, se hicieron visibles e incluso artistas consultados por La Opinión de Poza Rica declararon su preocupación por la conservación de esta grandiosa obra de arte, ya que es una técnica única.
En ese entonces, Ehivar Flores Herrera, artista plástico y muralista de esta ciudad, comentó que la técnica fue similar, pues no la misma, y es variable si se aplica en cerámica vitria con cierto acabado al final, ya que influye el tipo de horno, los tiempos de temperatura y pigmentos utilizados.
Consultado sobre este tema, Flores Herrera dijo que “Algo importante es ver quién del ayuntamiento formaba parte de las supervisiones, si había un grupo, equipo o quién entregó un reporte, ver cuántas y qué fachaletas por coordenada presentan tal restauración, si lo hay, deberían hacerlo público”, opinó el artista.
Además, opinó que se debió verificar la superficie donde fueron puestas o la estructura del mismo edificio, “Creo que debieron haber previsto una restauración completa acerca de la superficie”, apuntó en aquel entonces.
Además, Flores Herrera recalcó que el trabajo que hizo O´Higgins fue de investigación plena que hizo a prueba y error para detectar los colores y no se ha vuelto a hacer algo así, “es el único tipo de técnica que podía soportar las situaciones del clima en Poza Rica”, detalló.
PATRIMONIO CULTURAL
Esta obra que consta de más de 11 mil mosaicos fue terminada de remodelar en agosto de 2015, y la preocupación deriva de que este es el único mural de esa magnitud.
Debido a su importancia, en 2019, se aprobó en cabildo declarar Patrimonio histórico artístico material bien inmueble, en el ámbito municipal a esta obra.
En febrero de 2020, el congreso local propuso que este mural fuera declarado Patrimonio Cultural del Estado de Veracruz.
Con una dimensión de 5 metros de alto por 47 metros de longitud, consta de tres secciones planteadas en una unidad temática continua que miden 7, 11 y 29 metros de largo cada una, conformando un total de 235 metros cuadrados con más de once mil mosaicos o fachaletas.
Por PAULO RUIZ/RAFAEL RODRÍGUEZ