TIHUATLÁN, Ver.- Aunque desde hace siete años se encendieron las alertas ámbar pues se veía venir, pero poco se hizo por contenerla, la infestación del Huanglongbing (HLB), también llamado Dragón amarillo, así como el Virus de la Tristeza de los Cítricos (VTC), encienden ahora los focos rojos en varios municipios citrícolas.
En huertas de naranja de Cazones y este municipio de Tihuatlán se han detectado las plagas, mientras que en Álamo Temapache hay cinco regiones bajo sospecha, igual número de rutas en Castillo de Teayo, otras tres en Cazones, cuatro más en Tuxpan, dos más en este municipio de Tihuatlán, al igual que dos en Tamiahua, ante lo cual se han emprendido acciones de muestreo, a fin de evaluar la situación, hacer un diagnóstico y comenzar las acciones, aunque todo esto es, hasta cierto punto, una reacción tardía.
“La preocupación y los muestreos son de los productores, (porque) no hay ninguna reacción oficial en el campo para hacer frente a esta grave situación”, advierte al respecto el doctor Manuel Ángel Gómez Cruz, coordinador del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias para el Desarrollo Rural Integral (CIIDRI).
UN MAL INCURABLE
Durante reciente foro llevado a cabo en esta villa para abordar este tema, especialistas de la Universidad Autónoma Chapingo dejaron en claro que el HLB es una enfermedad bacteriana de las plantas que, aunque no es peligrosa para los humanos, destruye la producción de los cítricos. A nivel mundial esta es de las enfermedades más destructiva de las plantas de cítricos y una vez que un árbol está infectado no tiene cura. Los árboles enfermos producen frutos amargos, incomibles, deformes y, con el tiempo, mueren.
Pero si el panorama ya era gris, ahora se torna con negros nubarrones, ya que existen indicios de una raza severa del VTC. “Si la planta está bien nutrida puede convivir con el HLB, pero si se trata de VTC raza severa, lamentablemente ya no se puede hacer nada y la planta habrá de morir”, precisó el doctor Gómez Cruz.
El especialista agregó que una medida adecuada será que, en lo sucesivo, se siembren patrones tolerantes a VTC, adquiridos en viveros debidamente certificados, pero en este periodo habrá grandes pérdidas en las huertas atacadas por el virus.
Cabe recordar que en agosto del año pasado se detectaron árboles con síntomas del VTC en huertos del ejido La Concepción, de este municipio, ante lo cual arribaron al lugar brigadas del Comité Estatal de Sanidad Vegetal del Estado de Veracruz (CESVVER), para tomar muestras y verificar la situación, según anotó el agente municipal, Eloy Solís Pérez, quien estimó que la plaga, de la que no han confirmado su variedad, afecta al 60 por ciento de las huertas de los 120 productores de este ejido.
“Tenemos afectaciones en el 60 por ciento de las parcelas, pero está avanzando y mañana o pasado podrían ser más hectáreas”, indicó, tras mencionar que desde un año atrás comenzaron a notar las afectaciones en los árboles de naranjo, síntomas que se intensificaron a partir de mayo de 2017.
En este ejido dedican a la citricultura alrededor de mil 300 hectáreas y en cada huerta se han detectado entre 15 a 30 árboles con el posible virus, pues se han ido secando y quedan “solamente el varañero”. Lo anterior ha provocado que la producción anual de naranja haya mermado del 20 a 30 por ciento, lo que representa grandes pérdidas para los productores de la comunidad, agregó el agente municipal.
Lo que hasta ahora han hecho, refirió, es fumigar las plantaciones, pero a ciencia cierta no se les ha confirmado si se trata del VTC o Huanglongbing (HLB), una enfermedad capaz de aniquilar por completo a los árboles.
EL CASO TEJAMANIL
La invasión de plagas habría llegado a La Concepción (municipio de Tihuatlán) desde las huertas de la comunidad Tejamanil, del vecino municipio de Cazones, señalaron al respecto los productores, tras lamentar que en aquella población los brotes se detectaron desde el 2015, pero nadie hizo nada por combatir las plagas.
Fue el pasado 24 de febrero cuando, tras los constantes reportes, se reunieron diferentes autoridades ejidales y representantes de institutos de investigación para visitar e identificar las zonas afectadas por HLB y VTC en Tejamanil, señaló a la vez el doctor Ángel Villegas Monter, del Departamento de Fisiología Vegetal del Colegio de Postgraduados, quien mencionó que la problemática que existe en la región se plantea con el conjunto de enfermedades que presentan los cítricos como psorosis, exocortis, cachexia y leprosis, todas ellas diseminadas por materiales vegetativos infectados, herramientas no desinfectadas y en algunos casos por vectores.
“Ahora Veracruz se reporta con HLB y VTC en 23 municipios, nombrando al estado en zona bajo control fitosanitario”, refirió el especialista en la materia, tras anotar que las enfermedades antes mencionadas se volvieron tan normales para los productores que no son controladas por el desconocimiento, sumado a ello asesorías técnicas erróneas, enfocadas principalmente a la venta de insumos. “Sin embargo, el conjunto de esas enfermedades causa el debilitamiento de los árboles, baja de la producción y una muerte temprana de las plantas”, enfatizó.
En su reporte, Villegas Monter añade que ante la problemática se alude la importancia del cuidado de las parcelas de cada productor, donde se deben tomar medidas para desinfectar a los visitantes, cortadores, camiones o herramienta, mismos que pueden representar riesgo de portar dichas enfermedades.
“Al iniciar el recorrido se precisaron los siguientes síntomas para identificar y observar: brotes amarillos en las copas de los árboles, hojas chiquitas amarillas, frutos maduros y pequeños que no se caen de los árboles fácilmente, pocas hojas o en algunos casos sin hojas, y exceso de flores punto”, detalla.
“PUNTO CERO”
Abundó que en el “punto cero”, es decir, Tejamanil, se analizaron muestras en marzo de 2015, las cuales salieron positivas de HLB, sin embargo las autoridades no hicieron nada al respecto. “En Tejamanil cada vez mueren más árboles y las huertas se han dejado para potreros; aproximadamente en un radio de 5 kilómetros se pueden presenciar daños y síntomas de brote amarillo en las huertas”, revela.
En el documento, elaborado tras el recorrido, acota que, ante la situación actual de la citricultura, se requieren estudios precisos de cada huerta e identificar de qué mueren los árboles, así como un censo de las parcelas, para conocer número de árboles por hectárea, árboles faltantes, árboles muertos, apariencia de cada uno de ellos, entre otros.
“Se recomienda que, al presentarse algunos síntomas como hoja chiquita, brotes amarillos, etcétera, se analicen los árboles antes de afirmar alguna posible enfermedad, aunque hace falta personal y recursos para muestrear y analizar los diferentes puntos de la región con afectaciones de HLB y VTC”, concluye.
SITIO LA CONCHA
Respecto al “sitio La Concha”, de este municipio, el representante del Colegio de Postgraduados indicó que en esta zona se reportaron daños en los árboles en 2015, pero desde el 2003 ya había árboles enfermos.
“Durante el recorrido se pudo observar árboles con brotes amarillos y exceso de floración. Y al término de la reunión se enfatizó para informar y sensibilizar a los productores, para fomentar la organización para trabajar en conjunto y mitigar los daños por HLB y VTC”, precisó.
Derivado de las inspecciones, especialistas fitosanitarios, productores y autoridades municipales de la región, a excepción del alcalde Raúl Hernández, de Tihuatlán, quien brilló por su ausencia, se reunieron el pasado 10 de marzo en el local que ocupa la agrupación Citricultores Tihuatecos Asociados, donde se abordó a detalle la problemática y las acciones que se deben llevar a cabo para proteger a la citricultura o de lo contrario sobrevendrá un desastre en este renglón.
Ahí se dio a conocer que recientemente se reunieron 16 científicos en la Universidad Autónoma de Chapingo, convocada por el CIIDRI, y como resultado de la llamada “Reunión científica sobre los impactos de la declaratoria de Sanidad Vegetal sobre la presencia del HLB en la citricultura del Estado de Veracruz”, se propusieron 20 acciones definidas como prioritarias, desde capacitación y sensibilización a productores mediante campañas de información, así también involucrar a autoridades federales y sector privado, entre otras.
“Llevamos 7 años con el HLB y no ha habido una reacción, la enfermedad sigue creciendo y no tenemos una posición oficial”, recalcó el coordinador del CIIDRI, doctor Manuel Ángel Gómez Cruz, ante lo cual dijo que son los productores, a través de las organizaciones, con apoyo de autoridades municipales, los que harán frente a la amenaza.
Por Hipólito Moreno Tapia
