No tienen agua en La Nueva Rosita

Espinal, Ver. – Habitantes de la comunidad de La Nueva Rosita se manifestaron para pedir al Órgano de Fiscalización Superior del Estado de Veracruz (ORFIS) qué exija al exalcalde, León Humberto Pérez Candanedo, el resarcimiento del daño patrimonial por más de 3 millones de pesos de la obra del agua potable qué hizo, no funciona y toda la población padece del vital líquido.

Fue la mañana de este viernes que la comunidad se concentró a un costado del tanque elevado qué hizo la administración pasada, junto con la rehabilitación de la red de agua y un pozo el cual nunca funcionó, pero que sí se invirtieron casi 5 millones de pesos.

De acuerdo con los manifestantes qué estuvieron acompañando del subagente municipal, Marcelino Vázquez Santiago, la obra del agua potable se realizó en dos etapas, la primera en el 2019 donde se invirtieron 2 millones 977 mil 967 pesos, en 2020 un monto de $1,644213.00, dando un total de más de 4.6 mdp.

Tras quedar inconcluso la obra el ORFIS señaló un presunto daño patrimonial de más de 3 millones de pesos, pero los manifestantes indicaron qué los funcionarios públicos de la administración pasada sobornaron a las autoridades locales y al comité de vigilancia para que les firmarán de recibida la obra, a pesar de estar inconclusa y no les dieron ningún comprobante qué los avale qué la obra fue entregada al 100 %.

«Es una obra sin terminar con falta de validación del proyecto por parte de la CAEV. Por tal motivo exigimos a Delia González Cobos, Auditora General del ORFIS, que tome cartas en el asunto para que los servidores públicos de la administración pasada se hagan responsables de la solventación y culminación completa de esta obra inconclusa, que nos está ocasionando muchos problemas», señalaron los inconformes.

«Ya estamos cansados de los abusos, que por encontrarnos en una comunidad marginada no nos hagan caso a lo que pedimos. Lo único que queremos es una mejor calidad de vida para nuestras familias», agregaron los habitantes de la Nueva Rosita.

En este sentido la multitud explicó qué tiene que acudir a un arroyo cercano para poder bañarse y lavar su ropa, pero que el agua no está muy limpia, además un infante estuvo a punto de ahogarse por estar bañándose en el afluente.

«Queremos agua y exigimos una solución o de lo contrario tomaremos otras medidas para que nos hagan caso», expresaron finalmente los ciudadanos molestos.