Sierra del Totonacapan, Ver.- No existe ni conocen la sana distancia trabajadores del transporte público, donde taxistas suben Cinco pasajeros a sus unidades y los autobuses suben cuantos quepan, burlando a las autoridades y poniendo en riesgo a la población por el Covid-19.
“Que ya se pusieron, tírame si se ponen para chingarnos, porque ahorita voy cargado con cinco y de me regreso con otros cinco”, se dicen los ruleteros vía telefónica para burlar a las autoridades de transporte público que ponen sus “retenes” a ciertas horas, porque suponen que antes de eso y después el virus se va a descansar.
La mayoría de los taxistas que transitan sobre la sierra hacen caso omiso de las reglas de operación de Transporte público ante la contingencia, pero, la población también tiene culpa porque los solapan y como se tiene prisa para llegar a su destino los abordan.
Pero el Delegado de Transporte público de esta región, Luis Alberto Pérez Corona, no le gusta salir de su zona de confort y no supervisa a los trabajadores de transporte público de la Sierra donde se hace lo que los taxistas dicen.
Son contados lo ruleteros que se preocupan por la salud de ellos y sus pasajeros, pero en necesario que las autoridades hagan su trabajo en esta zona sin ley.
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