La eterna batalla contra la muerte

Hablar de la importancia que cualquier medio de comunicación tiene en su impacto en la sociedad nos lleva a la conclusión de que este impacto es muy alto. Algunos medios tienen mayor alcance que otros, siendo actualmente la manera digital mucho más efectiva para difundir una noticia alrededor del mundo.

Por lo tanto, en materia de protección civil, se ha vuelto de suma importancia la información que se brinda en cualquier espacio informativo. Esta puede marcar una gran diferencia al advertir y orientar a la sociedad sobre las fases del “antes, durante o después” de un evento.

Los medios informativos mantienen una comunicación constante con su audiencia sobre los últimos acontecimientos y estragos de los desastres cuando estos se presentan. Esto es crucial, ya que, según cifras de la ONU en 2014, un episodio extremo de cualquier fenómeno perturbador puede causar pérdidas de hasta el 12 % del Producto Interno Bruto (PIB) y retrasar los avances en la lucha contra la pobreza hasta por dos años.

Debemos entender que las situaciones provocadas por fenómenos perturbadores de cualquier índole, como huracanes, sequías, incendios o incluso manifestaciones, siempre pueden gestionarse para reducir el riesgo en cualquier condición o ámbito. Sin embargo, en nuestra actualidad, el comportamiento como sociedad ante la protección civil sigue siendo una asignatura pendiente. Como menciono frecuentemente en los cursos de capacitación, esta protección solo se cumple si hay una regla o autoridad que imponga una sanción, generalmente monetaria.

Por ello, los medios de comunicación son fundamentales para seguir sensibilizando a la población sobre las situaciones que pueden prevenirse ante una emergencia. Igualmente, es importante abordar las fases durante y después del evento. Lamentablemente, lo que a menudo obtenemos en una emergencia son daños y pérdidas económicas significativas, las cuales impactan negativamente en la economía familiar y en el país en general.

Los medios informativos influyen más que nunca en la educación de las nuevas generaciones, moldeando gustos, tendencias y valores en públicos de todas las edades. Incluso influyen en la manera en que los individuos se relacionan consigo mismos, con los demás y con el mundo. Cabe destacar que los valores tradicionales que promovía la escuela han sido, en cierta medida, desplazados por los mensajes de los medios audiovisuales, especialmente de la televisión, ante la cual niños y niñas pasan más tiempo que en el aula.

Este argumento ha sido aprovechado por medios y organizaciones que han aprendido que comunicar es compartir problemas, fomentar la participación y promover la acción. En este contexto, la educación desde los medios de información se convierte en una conversación entre la sociedad civil, el gobierno y las organizaciones sobre problemáticas comunes. Por ello, en el mundo actual, los medios informativos tienen una enorme importancia en la vida social, al punto de que pocas personas pueden vivir sin estar informadas, ya sea por televisión, radio, periódico o internet a través de redes sociales.

La sociedad actual depende de una comunicación constante que permita la interacción entre personas, incluso si se encuentran separadas por grandes distancias.

La función del periodismo durante los desastres radica en una comunicación eficaz de gestión de riesgos. Esto implica transmitir información precisa a la población para proporcionar datos sobre el entorno y los eventos ocurridos antes, durante y después del desastre. También busca generar actitudes y valores que deriven en conductas favorables para prevenir, mitigar y reducir los riesgos, con el objetivo primordial de educar e informar a la población.

El papel de los medios de comunicación en la promoción de una cultura de prevención fortalece la conciencia cívica de la sociedad y crea una nueva visión de los desastres. Por ello, los medios informativos son un puente esencial entre el gobierno y la sociedad civil. La eficacia y prontitud con la que transmiten el mensaje marcan la diferencia entre una sociedad informada y una desinformada para enfrentar y mitigar un desastre o, en su defecto, prevenirlo y evitar pérdidas humanas y económicas.

A pesar de los avances logrados, todavía queda mucho por hacer, incluso dentro de los propios medios de comunicación. Es fundamental profesionalizar el ámbito de la protección civil en los medios. Aunque los “en vivos” logran miles de visitas durante un evento, es preocupante que algunos reporteros critiquen el actuar y los protocolos del personal de emergencia sin un conocimiento previo adecuado. Esto no solo resulta inaudito, sino que muchas veces provoca la ira de la audiencia, lo que puede derivar en agresiones verbales e incluso físicas hacia el personal de emergencia en futuros eventos.

Nos leemos el próximo lunes.

@Llamada de emergencia

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