Representó a los trabajadores de la AGPN y Petromex
Poza Rica, una mirada atrás
José Luis Rodríguez Badillo – Cronista municipal
El campo se fundó en 1935, cuando se asentaron treinta y cinco trabajadores que provenían de Tampico, eran obreros de la Compañía Sábalo, miembros activos del Sindicato de Desmanteladores de Construcción, que trabajaron para la Compañía El Águila, los acogió el Contrato Colectivo de Obreros y Empleados de la Compañía Mexicana de Petróleo El Águila, cuyo estatuto data del 13 de diciembre de 1923 y tuvo desde entonces el lema: “Unidos Venceremos”. Meses más tarde se asentó la Compañía Control de Administración del Petróleo Nacional (CAPN), cuyo principal objetivo fue garantizar el abastecimiento para las actividades del gobierno y los ferrocarriles.
Con el paso del tiempo la convulsión petrolera se había apoderado del pequeño campo petrolero, las vías de La Maquinita Cobos-Furbero tenían un cambio de las vías que cruzaban la zona industrial de Poza Rica, pasaban por el 4 y Medio, un enorme almacén a cielo abierto hasta llegar al campo petrolero, vías que se prolongaron hasta la localización del pozo 19 y se proyectaba llegar a Papantla, de pronto de cobró forma la creación de una empresa petrolera nacional que se llamó Compañía Petróleos de México, S. A., que se conoció como Petromex, una empresa del gobierno que participó con inversión privada, procreando la creación del sindicato, ajetreo que se vivía en reto contra los dueños de las compañías.
En tanto que a nivel nacional los líderes de los diferentes sindicatos de las compañías petroleras motivados por la Casa Mundial del Obrero en México, decidieron dar un paso trascendental en favor de un gremio único, el 15 de agosto de 1935 reunidos en la Ciudad de México en la avenida Hidalgo No. 157, los delegados de las veinte organizaciones sindicales del petroleros constituyeron el Primer Gran Congreso de Organizaciones Sindicales Petroleras, donde acordaron disolver a sus anteriores gremios con el ejemplar valor de los trabajadores Ernesto Soto Innes y Moisés de la Torre, agrupando sus colectividades para instituir el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), de acuerdo a la novena declaración.
La dirigencia nacional quedó en la persona de Ernesto Soto Innes, quien dirigía anteriormente el Sindicato de la Huasteca Petroleum Company, y a los campos se les denominó un número de sección, correspondiéndole a Poza Rica la 30, mientras que a la Petromex le correspondió la 32, que tuvo una vida efímera, para convertirse en la Administración General de Petróleos Nacionales (AGPN), donde el administrador del campo AGPN recayó en el destacado trabajador Juan Allera, que se convirtió en el superintendente general de la AGPN, con la denominación jurisdiccional Zona C.
Llegada del presidente de México, Gral. Lázaro Cárdenas, a la Petromex, 1938.
La Agrupación de Trabajadores al Servicio de la AGPN se organizó para formar su directiva como tal y se constituyó un Comité Ejecutivo que presidió José Camacho, acompañado como secretario el Sr. Leonardo Zaleta Juárez y tesorero Aureliano R. Armada, así como comisionados de Honor y Justicia el perforador José Avendaño Castillo y José Zertuche, quienes tuvieron sus oficinas dentro del campamento de la compañía; es de notar el compañerismo, respeto y armonía de sus integrantes, quienes formaron la directiva de su sección sindical con periodo de un año.
La Sección 32 tuvo su Comité Ejecutivo de trabajadores de la AGPN de la siguiente forma: presidente Vicente Vázquez, quien fue electo por abrumadora mayoría de una clase obrera muy cohesiva por la necesidad de coadyuvar con los gremios hermanos, para enfrentar la terrible represalia de la Compañía El Águila en Poza Rica y, ese lugar, era una comunión en favor de la clase obrera, la que día a día redimía espacio y prestaciones, además ya habían logrado asfixiar a las compañías, tuvo como secretario de Conflictos a Marcos Izaguirre, el secretario de Trabajo fue José Camacho y secretario del Interior, Julio S. Sánchez.
Muy comprometidos por la causa obrera nacional y en especial la de los petroleros acuñaron su propio lema, el que homologaba por mucho su estilo de vida laboral: “Por una sociedad sin clase”, pues por convicción veían que en la vida debía de regir una sociedad sin jerarquía incensario, de tipo plana, por tal razón con enorme orgullo la estamparon en los formatos de correspondencia que usaba el sindicato y en especial la Sección 32 de la AGPN.
En diciembre de 1937 en asamblea general fue electa la directiva para el ejercicio de 1938, la que encabezó como secretario general, Francisco Rangel, en el tiempo más definitivo en la vida nacional de los hidrocarburos, que fue parte de la estrategia que se llevaron para hacerse cargo de las instalaciones, lo que sucedió después del 18 de marzo del año en que ya ejercía su función, respaldando junto con sus agremiados la valiente decisión del presidente de la República, Lázaro Cárdenas del Río, aquel 18 de marzo de 1938, echando fuera del país a los extranjeros y retomando las actividades del petróleo, donde en ese mismo año se instituyó el Fondo de Ahorro después de un trámite sindical y el 25 de mayo se realizó el beneficio.
Vagón de la AGPN en el campo de la Petromex.
Después para el ejercicio de 1939 fue electo el trabajador Pascasio Larios como secretario general, que tuvo en su directiva como secretario del Interior a Aureliano R. Armada, al trabajador Luis P. Fernández en el cargo de secretario del Exterior y de presidente del Consejo Local de Vigilancia al compañero Luis Gutiérrez A., quienes engrandecieron con su trabajo la imagen de la Sección 32 del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana y de la AGPN, establecida en el corazón del campo y congregación Petromex, donde a un año de la gesta de la expropiación festejaron en ese sitio con mucho orgullo.
Días previos a una reunión de delegados del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana para revisar las propuestas del nuevo Contrato Colectivo de Trabajo, a la que asistió José Avendaño Castillo como delegado de la Sección 32 ante el Comité Ejecutivo General para revisar el Contrato Colectivo de Trabajo, el evento se suspendió temporalmente por el sorprendente fallecimiento de Ernesto Soto Innes, ex líder del Sindicato de Trabajadores de la Compañía Huasteca y primer secretario nacional del STPRM; su cuerpo fue velado el 14 de abril de 1939 en el recinto sindical de avenida Juárez No. 83 en la Ciudad de México, dejando un inmenso vacío en el gremio nacional.
Para esos años el orgullo de los trabajadores de la Sección 32 se reflejaba en las unidades automotrices, entre ellos La Maquinita, que tenía un juego de plataformas y autotanques, se tendieron oleoductos de la Petromex al campo V y Poza Rica, las guardias de perforación se instauraron dentro de aquel campo que administró las oficinas e instalaciones expropiadas, las que usaron con responsabilidad, las casas fueron entregadas a los mandos medios y profesionistas, los que tomaron la responsabilidad de hacer la tarea de extraer petróleo y demostrar su capacidad.
Al transcurrir el año entró la nueva directiva para el periodo de enero a diciembre de 1940, donde tomó protesta como secretario general, Juan Fuentes Nieto, quien tuvo de secretario del Interior a Maurilio Flores, secretario del Trabajo a Guadalupe Valdez y a Eusebio Valdez de secretario de Educación y Previsión Social, año en el que fue electo como delegado departamental de Perforación a Juan Delgado Delegado; entre los trámites se instaló una modesta aula, después el Sindicato de AGPN solicitó una escuela de mejor calidad, consiguiendo una de madera con varios salones, un cubículo para la dirección y su respectivo mástil para la bandera.
Casas de la Administración General de Petróleos Nacionales, Petromex, 1939.
El 8 de agosto de 1940 se instituyó Petróleos Mexicanos, cuyo lema fue: “Al servicio de la Patria”, que fortaleció al Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), que recibió de Lázaro Cárdenas, previo meses de terminar su gestión, una transformación estructural total, dejando al Gral. Manuel Ávila Camacho muy avanzado este proyecto de nación; al terminar el año, en 1941 fue electo como secretario general el trabajado Luis Uresti Salas, siendo superintendente de la AGPN, Fortunato Villarreal Neira, quienes vivían en sus respectivas áreas nuevos vientos de transformación estructural de la empresa.
En este año Luis Uresti Salas solo dirigió el periodo del mes de enero a mediados de abril de 1941, ya que Petróleos Mexicanos absorbió los activos de la AGPN y al crearse el distrito Poza Rica la Sección 30 engulló la Sección 32, sus trabajadores y activos, entre estos el cine Petromex, por los que los expedientes de los trabajadores fueron apiñados en el edición sindical de la 30, la atención médica pasó de darse en el Hospital de Petróleos Mexicanos y así la Sección 32 pasó a ser parte de la historia tristemente olvidada, como el caso de las secciones 21 de Árbol Grande, la 12 de Álamo, 19 de El Tajín y la 2 de Mata Redonda, hechos que son el orgullo de los ciudadanos de la colonia Petromex.
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