-Quien lee desarrolla la capacidad de pensar-
POR: LIC. GABRIEL DEL ÁNGEL
Agradezco el libro que me obsequiaste amigo Emilio Álvarez.
La lectura tiene múltiples beneficios para tu mente y últimamente se ha descubierto que también para tu cuerpo; leer desarrolla tu capacidad intelectual, amplía tu vocabulario, promueve y hace que tu pensamiento sea más crítico, estimula la imaginación y ejercita tu memoria. Leer permite el movimiento del órgano más importante de tu cuerpo, el cerebro, el cual echa andar una maquinaria sumamente compleja para que aprendas a leer, esto principalmente en la etapa escolar, así como en todo el transcurso de tu vida.
Antes de iniciar la lectura de algún libro (libro de texto, nunca digital), debes conocer que pasa en el cerebro mientras te encuentras realizando la actividad de la lectura y como es el proceso de aprendizaje.
Este mecanismo es complejo e involucra varias estructuras cerebrales, así como una amplia red neuronal para que desarrolles esta capacidad.
Probablemente sepas que el cerebro se divide en dos hemisferios que trabajan en conjunto, aunque cada hemisferio tiene una determinada función, en este caso uno de ellos es más eficaz que el otro. Es el caso del hemisferio derecho llamado visual u holístico, que es en donde desarrollas todas tus actividades un tanto subjetivas como el arte, la sensibilidad, la creatividad, la imaginación, etc., además de encargarse de tu visión corporal; en tanto que el hemisferio izquierdo llamado lógico o simbólico, en esa área desarrollas tu sentido común, el intelecto, la lógica, tu razonamiento, etc., además de procesar la información que recibes secuencialmente y también controla tu lenguaje.
Cuando aprendes hablar tu cerebro trabaja con la relación entre la palabra escrita y su sonido al ser pronunciada. Tu hemisferio derecho es capaz de reconocer palabras enteras, mientras que el izquierdo decodifica las partes de las palabras y su significado.
Cuando el niño en la edad de los 2 a 3 años se acerca por primera vez a las palabras, el hemisferio derecho toma un papel determinante, aunque más tarde en la edad promedio de los 5 y 7 años, etapa en la que el niño empieza aprender a escribir, es el hemisferio izquierdo quien toma el papel protagónico.
Para que puedas entender cómo todo lo que lees y escribes lo relaciona tu cerebro, te diré que esto se debe a tres áreas del cerebro que trabajan en conjunto: el área de Broca, ubicada en el lóbulo frontal; el área de Wernicke, ubicada en el lóbulo temporal, y el Giro Angular, ubicada en el lóbulo parietal, estas tres intervienen en el proceso de lo que lees y su comprensión; curiosamente, en este momento que lees este artículo dichas áreas se encuentran haciendo su trabajo.
La primera área controla la capacidad de hablar y se activa siempre que lees, ya sea en silencio o en voz alta, transforma las palabras en un código auditivo, de ahí que cuando lees tengas la sensación de escuchar tu propia voz mentalmente, excepto para aquellos que son sordos de nacimiento, de quienes cada día la tecnología y la ciencia les da la esperanza de poder escuchar y hablar. Sin embargo, estas personas que carecen de habla, su cerebro genera imágenes visuales; mientras los que padecen ceguera activan un código táctil cuando aprenden Braille. Como puedes darte cuenta, el cerebro humano es ampliamente flexible y capaz de crear distintas vías para interpretar y asimilar la escritura.
En cuanto a las dos áreas, Wernicke y Giro Angular trabajan para que entiendas la sucesión de letras frente a tus ojos, descifran el código de la escritura, los fonemas y lo traducen a sonidos.
Leer tiene e implica mucho más que reconocer signos y otorgarles significado. La ciencia ha demostrado que la lectura activa otras áreas del cerebro como si despertaran todos tus sentidos, por ejemplo, al leer términos como: percibí el suave aroma del jugo de limón o disfrute mucho una deliciosa taza de chocolate, las áreas responsable de tu olfato y del gusto se activan, gracias a que posees algo llamado memoria sensorial, y no solo la sensorial, sino también la emocional, esto cuando encuentras el fragmento de un texto que puede traerte recuerdos de alegría o tristeza.
De cierta manera, el cerebro responde sin saber que lo que está leyendo es realidad o ficción, de ahí las técnicas de meditación para mejorar la salud, así como el uso del poder de la imaginación para transformar y cambiar en ti todo lo que quieras o necesites.
En descubrimientos recientes, se ha comprobado que realizar un poco de ejercicio físico antes de leer ayuda y favorece la lectura; una minisecuencia de actividad física, algunos estiramientos y algún ejercicio de coordinación son ampliamente beneficiosos practicarlos para tu lectura de comprensión y retención, esto antes de ponerte a leer; ocurre porque el movimiento produce neurotransmisores que ayudan a tener una visión atenta y una visión sostenida. Se recomienda el ejercicio aeróbico, pues es el que ofrece mayor mantenimiento al cerebro. Hacer actividad física es importante, pero aún más procurar no caer en la rutina de los mismos ejercicios, se recomienda periódicamente practicar nuevos ejercicios, porque esto obliga a que se enciendan más áreas en tu cerebro que lo obliguen a realizar el trabajo de coordinación.
Es importante que leas, pero también que sepas seleccionar la lectura adecuada que ingresará a tu cerebro, pues no olvides que cualquier cosa que leas repercute en tu cerebro.
Finalmente, te invito a que nos leas todos los lunes en la página web o de Facebook del Mejor Diario de la zona norte, La Opinión.
Con el mejor de mis deseos porque seas feliz, perfectamente saludable y libre de todo sufrimiento.
NAMASTÉ.