Los adeudos fiscales de empresas de sectores como el manufacturero, la construcción, y las dedicadas al manejo de desechos y servicios de remediación, entre otros, sumaron más de 2.40 billones de pesos al cierre del tercer trimestre del año, según informó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Estos adeudos provienen de créditos fiscales ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT), que a finales de septiembre alcanzaron un total de 2.81 billones de pesos, lo que representó un incremento anual de 23.7 por ciento en términos reales. Los créditos fiscales son los adeudos acumulados por los contribuyentes durante un determinado periodo, y pueden originarse como resultado de una auditoría relacionada con el cumplimiento de sus obligaciones fiscales. Según explicó Rolando Quintana, experto en derecho fiscal, el saldo de los créditos puede aumentar debido al tiempo que tarde el contribuyente en realizar el pago, a los gastos de ejecución u otras sanciones. En el peor de los casos, estos créditos pueden derivar en un embargo de bienes.
A pesar de que el elevado monto de los créditos fiscales puede considerarse una señal positiva —pues indica que el SAT está intensificando sus actos de cobranza y vigilancia—, Quintana advirtió que también refleja una falta de recaudación efectiva de los ingresos que le corresponden al gobierno. Esta situación podría afectar la capacidad del Estado para financiar programas y servicios públicos.
El experto agregó que todos los créditos fiscales pueden ser impugnados por los contribuyentes, ya sea para obtener descuentos en el pago de impuestos o simplemente porque no están de acuerdo con el monto exigido.