Quintana Roo.- La Fiscalía General del Estado de Quintana Roo abrió un expediente de queja en contra de los servidores públicos señalados por el doctor Miguel Ángel Luna Calvo, padre de Leonardo, el niño de 13 años que falleció tras ser succionado por un filtro de agua en el parque Xenses, de Grupo Xcaret.
En un comunicado, la dependencia reveló que la investigación comenzó desde el jueves 1 de abril y es por presuntas irregularidades durante el inicio y la integración de la carpeta de investigación por la posible comisión del delito de homicidio culposo.
Indicó que la dirección de Supervisión, Evaluación y Control de Actuación de servidores públicos inició una queja en contra de quienes resulten responsables y la remitirá al Órgano Interno de Control para fortalecer las investigaciones y deslindar las sanciones administrativas y/o legales que se deriven de ello.
En el texto de apenas tres párrafos, la fiscalía intentó reivindicarse afirmando que no permitirá que algún funcionario no cumpla cabalmente con la misión de servir, tanto profesional como sensiblemente, a cada ciudadano que requiere de las atenciones necesarias para la procuración de justicia.
Hace unos días, el padre de Leonardo relató la trágica historia de cómo el sábado 27 de marzo la pierna de su hijo Leonardo quedara atrapada por un filtro al que le faltaba la tapa, así que lo rescató él mismo, le dio primeros auxilios y lo ingresó vivo al hospital, sin embargo, pereció al día siguiente.
Denunció que el hospital no avisó al Ministerio Público, ni se llamó al número de emergencias 911 y al día siguiente se comunicaron del parque Xenses porque tenían problemas debido a que el acta de defunción indicaba que la causa había sido ahogamiento.
En la Fiscalía lo recibieron esperando que únicamente firmara el perdón legal al grupo Xcaret y se mostraron renuentes a recibir la relatoría de los hechos, incluso el doctor Miguel Luna tuvo que hincarse y llorar para que le entregaran el cuerpo de su hijo.
“Estuve seis horas rogándoles, me hinqué, porque no me querían entregar a mi hijo y no querían que hiciera la relatoría de los hechos. Yo me hinqué y lloré con la abogada”, narró a Aristegui, explicando que accedió porque su esposa le pedía que no emprendiera acciones legales.
“Pero cuando el ataúd de mi hijo llegó aquí a la casa le dije: amor, perdóname, pero no podemos quedarnos callados, porque esto va a pasar más. Es una negligencia totalmente del parque y quiere esconder las cosas”, puntualizó sobre por qué decidió denunciar públicamente lo sucedido.
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