Trabajadores corruptos

TAQUICARDIA

Por FABIÁN MARTÍNEZ

Aunque no se puede decir que todos, una buena parte de los trabajadores del Sindicato al Servicio de la Comisión de Agua del Estado de Veracruz han creado una verdadera “mafia”, que al amparo de su dirigente se sienten protegidos e intocables, aun cuando muchos ciudadanos saben que tienen un negocio redondo.
Pero no solo eso, sino que las cuadrillas de trabajadores ya encontraron la forma de hacer como que trabajan y solo se dedican a abrir huecos por toda la ciudad, supuestamente para reparar fugas, dejando un cochinero y trabajos a medias.
Tampoco nos atrevemos a decir que el regidor comisionado en Agua Potable y Alcantarillado, Javier Romero, se esté durmiendo en sus laureles o de plano tampoco le guste trabajar, porque más de un reporte debe de tener de la gente que a diario se queja no solo de padecer la falta de agua en sus hogares, sino también de las corruptelas que tienen los trabajadores del sindicato.
Y basta con observar en todas las colonias de Poza Rica la cantidad de huecos que existen y fugas a medio reparar, donde se observan los montones de tierra, los pedazos de pavimento, trabajos mal hechos y al vapor, que no solo dan una mala imagen urbana, sino que causan graves problemas a los peatones, automovilistas y a los ciudadanos en general.
Pero el asunto va más allá, si bien es cierto que los contratos de la CAEV estipulan -según las autoridades del organismo- que cada que se repara una fuga domiciliaria son los usuarios quienes tienen que comprar su material, no dice que los trabajadores deban cobrar por la reparación y hasta por el uso del traxcavo, en los casos que es necesario.
Pero para eso los trabajadores se las gastan solos, resulta que ellos mismos le dicen al usuario dónde deben comprar el material, que para una toma domiciliaria viene siendo de un gasto aproximado de 2 mil pesos, más mil pesos de mano de obra (mínimo), y si el usuario es ignorante hasta mil 200 por el uso del traxcavo.
En algunos casos se tiene documentado que los encargados de cuadrilla se ponen de acuerdo para hacer este tipo de negocios fuera de lo que establece un contrato domiciliario, pero que lamentablemente es un mal que se ha venido dando desde hace muchos años y que no han podido frenar ni las autoridades de la CAEV ni los regidores encargados del área.
Y como siempre son los usuarios a quienes les toca la peor parte, porque en la necesidad de contar con el suministro de agua caen en los engaños de este tipo de trabajadores corruptos del sindicato, que solo basta observarlos a diario para darse cuenta que en reparar una fuga domiciliaria tardan hasta 5 días, pues trabajan 20 minutos y descansan 2 horas.
Esperamos que el regidor de Agua Potable, el perredista Javier Romero, atienda lo que el pueblo reclama y desquite en algo el salario que se le paga, porque no es posible que se sigan dando este tipo de anomalías.
Cuando menos se debería reunir con el jefe de la oficina de CAEV, Guillermo González, pues no solo se trata de poner freno a los negocios y mochadas que tienen los trabajadores, sino los daños que provocan cada que van a reparar una fuguita de agua, que son decenas en todo el municipio.

fabianmartinez101@hotmail.com