Don Homero Sáenz Quiroga
Poseedor de enorme inteligencia, honestidad e intachable rectitud
Ser el Benjamín de una familia numerosa es tener el grandioso privilegio de ser inminentemente el mimado de la familia, tener las atenciones y todas las miradas de los seres queridos, en los días de navidad y cumple años fueron momentos de inolvidable amor, lisonjas y regalos abundantes, Homero Sáenz Quiroga tuvo esa distinción que tal vez eso contribuyó a ser un eminente hombre en el desarrollo de Poza Rica, desde su responsable y disciplinada conducta en su tarea de mecánico en los talleres de Combustión Interna, hasta ocupar la jefatura del Departamento, investidura que recibió sin precedente alguno de manos del Director de Petróleos Mexicanos, en ese tiempo de Jesús Reyes Heroles. Que como valor agregado en favor Poza Rica, Don Homero realizó incontables aportaciones altruistas que lo distinguió como un personaje de enorme abolengo social.
- Homero Sáenz Quiroga nació el 9 de septiembre de 1912 en el pueblo de Ciénega de Flores, Nuevo León, detrás que sus hermanos: Josefina, Pedro Grande, Pedro Segundo, Rogelio, Armando, Israel, Alfredo y Alicia, fue hijo de Don Patricio Sáenz Quiroga y Doña Severiana Quiroga Quiroga, ejemplar matrimonio, fue una de esas familias que en el campo tuvieron el bondadoso beneficios de la madre naturaleza, simultáneamente en ocasiones se dedicó a la compra y venta de ganado, rutina en las que homero a temprana edad se llenó de experiencia, carácter y sapiencia.
Don Homero es de esos seres que nacieron con una inteligencia ingente, virtudes congénitas que los convierten en personajes clave en la sociedad, dotes que en su mocedad dejó de manifiesto cuando operó el tractor para arar el suelo del rancho, en donde se ganó la admiración familiar, tiempo después, en plena pubertad junto a su familia emigro a Monterrey, Nuevo León, en esa ciudad puso a prueba a los trece años su destreza y habilidad al manejar un camión de voleo, pericia que lo hizo merecedor del oficio como conductor, pronto fue uno más de los operadores gracias a la ocasión que le dieron sus hermanos propietarios de los camiones.
Pero sus inquietudes encontrarían el formidable espacio en el taller mantenimiento y conservación de equipo automotriz su tío, el Ing. Fernando Galván Garza, allá aprendió la mecánica, oficio que se convirtió en su máxima pasión, conocimientos que asimismo le permitió de muy joven, ser instructor en la escuela técnica Álvaro Obregón, en donde él dio el curso de inducción y su tío Fernando la cátedra, pero su inquietud no tenía freno alguno, fue el mecánico del núcleo familiar practicando la mecánica cotidianamente, además de reparar la motocicleta Harley Davidson de su hermano Armando, a esta en un taller improvisado en la casa le ajustó el motor bajo la incredulidad familiar.
Al fallecimiento de Armando sale a Poza Rica a tomarse unas vacaciones, el 13 de mayo de 1933 llega a tierra inhóspita, lugar donde nacía “El Campo de Poza Rica”, en seguida se fue al área de Talleres General donde trabajaba su hermano y tíos, en la compañía El Águila, que tenía como superintendente al Ingles S. Bowman un joven y amistoso técnico que dirigía en un escueto español el área, Homero notó que en ese instante no podían reparar unos motores, su hermano Rogelio solicitó se diera oportunidad a Homero de intervenir para solucionar la dificultad, los que en un rato ya estaban funcionando, merito suficiente por la cual fue contratado el mismo día de su llegada por la Compañía “El Águila” S. A.
Al ingresar el Departamento de Combustión Interna el jefe de mecánicos era Don José S. Galván Garza y lo integró al grupo de trabajo con: Miguel Fernández, José López Patiño que tuvo de ayudantes a Pedro Vivanco García, Mario Nolivos Arias, Aurelio Olivares, Juan López, Matías Luna y Francisco Castillo, en la fragua a Pedro García y en fundición el Sr. Cascogeto, todos le dieron la bienvenida y en adelante fueron sus amigos, más tarde, el 3 de octubre de 1933 firmó la planta y en 1934 se integró muy convincente y de modo discreto a las primeras reuniones del movimiento laboral, el que trataba silente de fundar el sindicato de obreros y empleados de la compañía El Águila en Poza Rica lo más alejado de la vía.

Por su formalidad y capacidad el 25 de Marzo de 1936 es nombrado en asamblea por los compañeros de trabajo el primer representante de Combustión Interna, siete meses después se le asignó una residencia en la Colonia Obrera, al ser registrado el sindicato de obreros y empleados, el 23 de Diciembre de 1937 es elegido Vocal de Vigilancia en asamblea general, de esta manera formo parte del primer comité ejecutivo de la Sección 30 del STPRM, desde ese instante se unió a la historia de esta ciudad, desde su fundación hasta realizarse como la capital petrolera de México, Homero Sáenz integra después de la expropiación una distinción más, en abril de 1938 es nombrado por la Secretaria de la Economía del Petróleo como Jefe de la Planta de dragas, quebradora, palas mecánicas y planta de tubos de Concreto, situada en el lindero de la ciudad con el río Cazones, logro que lo ponderó como un personaje de elite laboral teniendo la ficha 4811.
Homero Sáenz fue de los primero en manejar un automóvil particular en Poza Rica, el que trajo desde Monterrey hasta Tampico, un flamante Ford Modelo T 1930, de ahí a Cobos, lo subió en una plataforma y lo desembarcó en este ciudad, el que a la postre vendió al empresario maderero de Papantla, Don José Rivera, en 1941 lo consideran y es nombrado Sub Jefe del Departamento de Combustión Interna de Petróleos Mexicanos, taller donde ya había realizado varias aportaciones técnicas en pro de mejorar la maquinaria, una de ellas fue la que realizó a fines de 1933 en aún con la Compañía El Águila, consistió en adaptar al Kalamazoo y plataformas un sistema de suspensión a base de resortes entre el eje y su chasis, evitando con esto el constante descarrilamiento, que posteriormente fueron incorporadas por los fabricantes de estos equipos en sus nuevos modelos.
Homero Sáenz Quiroga se consagra en un hombre muy estimado, fue integrante del Club de Leones entre otros grupos altruistas, constituido Poza Rica el Campo Petrolero más importante del país, el segundo en importancia mundial enfrenó un gran reto, cuando presidencia de la Republica el C. Lic. Miguel Alemán Valdez, nombra Director General de Petróleos Mexicanos al glorioso empresario y senador por el estado de chihuahua, Ing. Antonio J. Bermúdez, quien a su vez en acuerdo con el mismo presidente Miguel Alemán ratificó como Superintendente General de Distrito en Poza Rica al Ing. Jaime J. Merino de la Peña, que jerárquicamente dependería por corto tiempo de la Gerencia de Zona Norte ubicada en Tampico, Tamaulipas, ya que este concentró la jerarquía de mando en Poza Rica y fue la línea escalonada de mando que tuvo Don Homero Sáenz.
En una visita que tuvo el Lic. Jesús Reyes Heroles a Poza Rica el 18 de Marzo de 1964 como Director General de Petróleos Mexicanos, en su informe ratificó como Jefe del Departamento de Combustión Interna a Don Homero Sáenz, en octubre de 1966 fue reclasificado como una deferencia personal de nivel 24 a nivel 27 por la Dirección General, tres años más tarde, el 10 de Diciembre de 1969 obtiene el sueño de su jubilación en Petróleos Mexicanos, quince años después, Dios lo llamó a su reino el 8 de marzo de 2004, el hombre que en la vida se abrió paso para regocijarse de su capacidad innata en la tecnología, siendo un ejemplo muy digno de igualar, integrando un historia de excelsos logros, un hijo adoptivo más de esta bella ciudad, Poza Rica.
Testimonios: Lic. Homero Sáenz García

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