Por Jorge Gómez Moreno
Cazones, Ver.- La hermana y madre de Alejandro Gómez Téllez, quien murió “ahorcado” en presunto suicidio registrado el pasado 16 en la comandancia de Policía Preventiva de este municipio, realizaron el domingo una manifestación de cuerpo presente para exigir al presidente municipal, Miguel Ángel Uribe Toral, el esclarecimiento total de los hechos y el cese del Secretario Municipal de Seguridad Pública, Erick Daniel Juárez Ortiz, quien en los pocos meses que lleva en el cargo suma dos personas ahorcadas en sus instalaciones.
Familiares y vecinos, micrófono en mano externaron que ahora dudan de la capacidad de la Policía Preventiva, “Ahora nos tenemos que cuidar de ellos, si nos detienen por faltas administrativas, vayamos a aparecer ahorcados”, además externaron que de los treinta elementos que tienen, solo seis están acreditados por Seguridad Pública y los demás son improvisados.
La hermana del finado aclaró que a ellos les dijeron que Alejandro murió ahorcado con sus calcetines, pero ellos que vivían con él siempre lo vieron con chanclas o sandalias e incluso sin zapatos, por lo que desmienten la versión oficial, porque no usaba zapatos, menos calcetines, por ello se deberían investigar posibles maltratos dentro de las celdas, ya que constantemente lo acusaban de pequeños hurtos de naranjas que vendía entre los vecinos, pero jamás hizo daño a nadie.
Familiares dijeron que preparan escritos a las autoridades estatales y la Comisión de Derechos Humanos para que se investiguen los hechos que provocaron la muerte del joven cazoneño, que ya es el segundo caso que se registra en la “Comandancia de la Muerte”, queremos paren de una vez por todas este tipo de situaciones, ya que existe demasiado hermetismo de las autoridades o ¿acaso esconden algo?
Después de la manifestación, en la que pidieron la presencia del Secretario de Seguridad Pública Municipal, Erick Daniel Juárez Ortiz, pero este ni asomó la nariz o envió a un representante a dialogar con los manifestantes, quienes se retiraron para dirigirse al panteón municipal, donde sepultaron al occiso.