Jóvenes apuñalados en baile de feria

Coahuitlán, Ver. – Dos jóvenes se debaten entre la vida y la muerte luego de ser heridos a puñaladas al finalizar un baile de feria en esta comunidad; el presunto culpable fue detenido, pero la policía lo dejó ir porque el fiscal itinerante Irving Alberto Méndez Mendoza les dijo que no se los aceptaría.

La madruga del sábado los hermanos Manuel y Antonio Castillo fueron severamente heridos a navajazos esto luego de un baile popular que se realizaba en el auditorio, frente a la iglesia de la comunidad donde llevan una semana festejando al santo patrono.

Se supo que el presunto agresor es Juan G. R., quien aparentemente se encontraba bajo los influjos de algún estupefaciente y con un cuchillo lesionó en diferentes partes del cuerpo a Manuel y Antonio, a uno le perforo el riñón y a otro se le quedó enterrado el arma en la espalda.

Policías Municipales quienes se encargaba del orden en el baile fueron enterado y acudieron al auxilio logrando detener al presunto, los lesionados fueron llevados al hospital de Entabladero y luego a uno de Poza Rica. Pero cuando los uniformados se disponías a llevar a Juan ante la fiscalía, el fiscal itinerante Irving Alberto Méndez Mendoza, les dijo que no se los iba a recibir y que lo dejaran en libertad.

Pese a que los policías actuaron conforme lo marca la ley y detuvieron al agresor en el lugar de los hechos, tal como se los enseño el fiscal en la semana pasa a los uniformados en el curso de “Primer Respondiente”, pero el fiscal no quiso hacer su trabajo porque era de madruga.

El director de la Policía Salvador Santes Pérez ordenó a sus elementos dejar en libertad a Juan, sabiendo que su trabajo fue realizado bien, siguiendo los protocolos sin violentar ningún derecho, pero la falta de compromiso del fiscal hizo que el presunto agresor quedara en libertad, acción que aprovecho para huir de la comunidad.

Ante eso familiares de los heridos, quienes se debaten entre la vida y la muerte, exigen a la Fiscal General del Estado, Verónica Hernández Giadán, que tome cartas en el asunto, para que pongan fiscales comprometidos con su trabajo, porque luego dicen que la culpa es de la policía, pero esta vez fue el licenciado Irving quien por flojo no quiso hacer su trabajo y ahora dos jóvenes quienes podrían perder la vida no tendrán justicia.