UNA MIRADA ATRÁS
POR: ING. JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ BADILLO
Mucho se dice de sobre las Logias masónicas, muchos se piensan y poco se sabe de estas, pero mucho menos lo que arroja como producto a la sociedad desde el fin del siglo XVII y principios del XVIII, que nació en Europa, a nuestro país llegó en 1806 por Don Enrique Mugi, español residente en la Capital mexicana. Desde entonces han destacados grandes hombres destacados en sus orígenes, Valentín Gómez Farías y Miguel Lerdo de Tejada. A Poza Rica llegó de Tuxpan, uno de los primeros promotores fue el célebre comerciante y gran maestro, Adelaido Epitacio Fonseca Arroyo, quien aunó a trabajadores de la Compañía El Águila y formaron la Logia Fe, Luz y Verdad N° 18, institución de enorme familia filosófica.
Entre los años de 1916 y 1917 llegaron a nuestro país por el puerto de Veracruz los primeros masones yorkinos, formaron la Logia: Amigos Unidos y Reunión de la Virtud, en 1925 el Rito Nacional Mexicano y en 1959 en el puerto de Veracruz.
En nuestro país han existido dos grandes masones: Don Benito Juárez García que se inició como aprendiz en la Logia “Espejo de las Virtudes”, en 1834 en el Rito de York, fecha en que nació Ignacio Manuel Altamirano Basilio, tal vez el mejor de todos, su gran momento en la Logia fue el día 11 de enero de 1878, Altamirano resultó electo Gran Maestro de la Gran Logia Valle de México. Sin duda, ambos grandes inspiradores de quienes practican ese distinguido culto.
Masones constituyentes Fe, Luz y Verdad N° 18.
En el año de 1934, en el aún Campo Petrolero de Poza Rica, algunos trabajadores de la compañía El Águila, se destacaron por ser personajes de ejemplar comportamiento y conocimiento empírico de la vida, que, sin titubear, tomaron iniciativa para mejorar las condiciones de vida de este lugar, facilitar a sus familias una mejor calidad de vida. Entre su interés común fue la pertenencia a la orden masónica, razón que los llevó a reunirse en casa particulares de forma muy discreta y propositiva, trabajadores con buen nivel de preparación, grupo donde un día llegó el Sr. Adelaido Fonseca, comerciante tuxpeño que viajó constantemente a Poza Rica sobre La Maquinita, ostentando la Diputación de Distrito los acercó a la Logia de Tuxpan, Veracruz.
Fue grato para Adelaido entablar plática con esos hombres de fino linaje filosófico, entre ellos se recuerda a: Jules Cardoze, Constantino Casanova de la Garza, Rogelio Sáenz Quiroga, Lorenzo Mendiola Vélez, Enrique Noguera Blanco, Rufino Rodríguez Guerrero, Pedro Meseguer Gramatges, Alejandro de Alejandre, quienes sorprendieron gratamente a su interlocutor y este a su vez los motivo para crear una Logia en el Kilómetro 56, ofreció el apoyo de Tuxpan que los enlazó para que la Gran Logia Unida de México, del puerto de Veracruz, Veracruz les expidiera el documento que autorizo el 5 de septiembre de 1935, la fundación de la Gran Logia con el nombre de “Fe, Luz y Verdad N° 18”, siendo un beneficio para El Campo de Poza Rica, que en estos días cumple ochenta años en esta ciudad.
Los Masones forman una estructura de carácter iniciático, filantrópico no religioso, simbólica y filosófica instituida en emoción de fraternidad, en su perfil de bondades dice tener como justo, la indagación de la verdad y el fomento del desarrollo social y moral del ser humano, asimismo el ascenso social. Los masones se constituyen en organización de base denominadas Logias. Lo que deja atrás los injustificados paradigmas de ser algo oscuro. Vasta juzgar su símbolo formada por un compás, escuadra y la letra “G”, en orden significan; insignia que delimita los límites con los que se debe conservar cualquier masón respecto a los demás, la escuadra es el símbolo de la probidad y la «G», que personifican al gran arquitecto del universo.
Hermes Villanueva Medina y Roberto Sagahon Pecina.
Los masones, como entes, son en toda cuestión libres de darle el contenido que mejor acomode a sus creencias. La masonería posee tres grados primordiales: Aprendiz, Compañero y Maestro. Al paso del tiempo, dentro del taller o recinto los masones irán escalando los grados hasta alcanzar el máximo que es treinta y tres, el que le permite tener un atuendo masónico diferente, el producto que dan los grados, es convertirse en guías de vida, que conforme a sus enseñanzas van instituyendo a un ser, producto que impacta sustancialmente en la sociedad.
En Poza Rica la formación de La Logia, Fe, Luz y Verdad que constituyeron treinta y cinco socios, teniendo la primera directiva fundada por el Sr. Lorenzo Mendiola Vélez, Enrique Noguera Blanco y José María Pérez. Dieron desde aquel día los mejores logros para Poza Rica, gestaron la idea y lograron crear la Escuela Art. 123 en el Campo de Palma Sola, más tarde la trasladaron a este lugar, fueron constituyentes terminantes del Sindicato de Obreros y Empleados de la compañía El Águila, meses después participaron con convicción como delegados en la gran convención que formo el STPRM, logrando en ella formar la Sección 30.
La figura de Don Lorenzo Mendiola fue definitiva para formar El Colegio Salvador Mirón en el año de 1944, tres años más tarde, gracias a su injerencia en la misión de lograr las Obras Sociales, estas fueron realidad, en el año de 1951, su inclusión en la solicitud para que Poza Rica fuera Municipio Libre, las entonces tres Logias signaron en apoyo y participaron intelectualmente en la solicitud, al año siguiente, Raúl Lara Mendoza, primer presidente electo de esta ciudad, emanó de la Gran Logia Fe, Luz y Verdad, posteriormente fue diputado local, dando fe de la bondad masónica, con apoyo de la Logia creó e instauró las instituciones municipales.
Ilustres maestros: Juan Gabriel Rivera Pérez, Roberto Sagahon Pecina, Hermes Villanueva Medina Maurilio Solís Chávez, grados 33 y Rodrigo Arturo López Gómez.
En 1939, el Sr. Rubén Zamora donó el terreno contiguo a las vías de La Maquinita donde se erigió el primer local de la Logia, el que perduró por muchos años, a falta de recursos para rehabilitarlo, se acordó vender una parte del terreno y se edificó el actual taller, por donde han pasado muchos masones de gran linaje filosófico, algunos ya finados, otros retirados por lo avanzado de su edad o haber cumplido cincuenta años en el rito.
En el año de 1954, las Logias Fe, Luz y Verdad, Vértice y Redención en armonía mandaron a elaborar la estatua de Benito Juárez y recrearon un lugar del jardín de la ciudad, lo colocaron en un zócalo y le heredó el nombre al Parque. En 1958 en conmemoración de un siglo de haber realizado su primera peregrinación en pos de hacer cumplir la Constitución Política de 1857, se le denomina e inaugura en esta ciudad “La Avenida Benito Juárez”.
Desde las culturas antiguas, se ha tenido particular respeto a la astronomía y de carácter particular al sol, de esa forma los Solsticios de verano e invierno son para los masones del mundo festivales muy solemnes, en el verano o estío, se da el 21 de junio el día más largo del año, por lo contrario, en el Solsticio de Invierno, el día más corto se presenta el 21 de diciembre. Para las logias, estos días son la Luz y Oscuridad, aunque literalmente significa “El Sol Quieto”, son los días llamados de los Juanes, San Juan Bautista en junio y San Juan Evangelista en diciembre, los dos, únicos festejos universales de los Masones, el uno y otro rito inician con los trabajos, después paran y se ofrece la frugal cena.
Grupo de masones: Vicente Sequera González, Constantino Casanova de La Garza, Refugio Sobrevilla Saldaña, Prócoro Pulido Jácome, Teodoro Contreras, Alfonso Aguirre Ortega, Rogelio Sáenz Quiroga, Adelaido E. Fonseca Arroyo y Lorenzo Mendiola Vélez entre otros.
Es justo y de reconocer que, en los ochenta años de las Logia Fe Luz y Verdad como institución, a los socios que han continuado con serio fervor la tarea de los fundadores de esta, han seguido la obra masónica y social en total apego a los principios básicos de la orden masónica, “Libertad, Igualdad y Fraternidad”, para que estos actúen en secuela en el ámbito social de nuestra patria y en particular nuestro entorno.
Es menester con imperioso respeto recordara a con gratitud social como ellos lo rezan, amor fraterno a insignes y Grandes Maestros si así se considera, que han integrado en si vida ocho generación: Eligio Muñiz, David Cano García, Salvador, Manuel Vallejo, Jonguitud, Adalberto del Ángel, Hermenegildo Sagahon, Heriberto Kehoe, José Viñas Zunzunegui, Efraín Ríos, Cecilio y Hermes Villanueva Medina, Ciro Armando Vizcarra Morales, Felipe Salas, Roberto Josafat Sagahon Pecina, Refugio Sobrevilla Saldaña, Juan Fernández Pérez, Rufino Rodríguez Guerrero, Antonio Cruz Olivares, Mario Alvarado Toledo, Julio Fajardo Morales, Joel Cortes Guevara y Julio Andrés Vincent Simmss, Alfredo Reye Espinosa, Pedro Arnoldo Meseguer Osorio, Cirilo Cruz Bernabé y Jorge Berman Casanova.
El 5 de septiembre de este año cumplió ochenta y nueve años de llevar el interés de formar hombres de carácter, disciplinados, de buena voluntad, prosapia para ser siempre fraternos en el seno de la hermandad. La masonería es escuela de superación espiritual, Honor y Virtud, su meta única, es el juicio de la Verdad, para dar paso al desarrollo de la sabiduría humana formando una conciencia universal, no acepta la mentira, ni la explotación del hombre por el hombre, teniendo como una premisa indispensable, creer y amar al Creador del Universo.
En la actualidad esta logia cuanta con personas que han desarrollado toda una vida filosófica con mas de cincuenta años de trabajos, en donde han alcanzado los niveles masónicos más elevados, al tocar el techo más alto de su formación, y a quienes se les considera y denomina “Grandes Maestros” y el privilegio designado de Masón libre, situación en la que el Sr. Hermes Villanueva Median, está próximo a alcanza, además de ser considerados Icono y asesor de los cuerpos filosóficos.
