Papantla, Ver.- La zona arqueológica de Cuyuxquihui fue abierta al público general por instrucciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia, sin embargo se requiere de mantenimiento en los edificios que se encuentran dentro de la poligonal.

De esta manera lo dio a conocer el agente municipal Jorge Bazán Galindo, quien informó que fue el pasado 22 de diciembre de 2021 cuando fue la reapertura de esta zona de monumentos, ubicada en la zona del llano papanteco, misma que se encuentra bajo resguardo al tratarse de una zona federal.

Actualmente se cuenta con solo dos custodios, uno de base y otro de contrato, por lo que se requiere de mayor mano de obra para dar el mantenimiento necesario a los edificios que estuvieron en el completo olvido durante más de año y medio debido a la pandemia por la covid-19.

El entrevistado refirió que, debido a los fuertes vientos que trajo consigo el huracán Grace el pasado mes de agosto, algunos edificios resultaron con daños menores, por lo que requieren de urgente mantenimiento para seguir preservando las piezas históricas que datan de hace varios años.

Asimismo, vienen solicitando la rehabilitación del camino que conduce hacia esta zona arqueológica, señalando que faltan alrededor de doscientos metros para completar el circuito y permitir que las unidades entren con facilidad a este espacio donde no se cobra el ingreso.

Por su parte, los pobladores señalan que a pesar de ser una de las zonas con las que cuenta el municipio, a esta no se le ha dado la debida importancia que merece, pues es solo en la zona del Tajín donde se invierten recursos para garantizar la seguridad de ese centro ceremonial.

Con total tristeza reconocen que la afluencia turística no se puede comparar con la que visita la zona del Tajín, ya que la falta de promoción, aunado a las condiciones del camino, no permiten que los paseantes se aventuren a visitar uno de los sitios más bellos con los que cuenta la región del Totonacapan, además que solo un pequeño porcentaje de esta zona ha sido descubierto.

POR: MIGUEL ÁNGEL GUERRERO