Enrique Fernández Ramírez
Como estaba previsto, la derecha educativa no se iba a quedar con los brazos cruzados. Ante el anuncio de la SEP de que a partir de finales de octubre se comenzaría el pilotaje del Plan de estudios 2022 en 960 escuelas del país, varias organizaciones interpusieron amparos para evitar el pilotaje del modelo educativo de la Nueva Escuela Mexicana.
En consecuencia un juez otorgó una suspensión provisional promovida por la organización Educación con Rumbo. Por lo que determinó que la SEP no debe continuar con el pilotaje del nuevo Plan de estudios en las escuelas seleccionadas para tal propósito, pues considera que resulta inconstitucional al no garantizar la educación igualitaria y con calidad.
Entre los argumentos con los que se fundamenta esta suspensión, señala los siguientes: la falta de preparación y capacitación de los maestros que estarían participando, la carencia de materiales didácticos elaborados para la implementación del pilotaje. El juez consideró que estos factores inciden y afectan el desarrollo pedagógico de los estudiantes en el proceso de aprendizaje.
También argumentan que, de acuerdo al artículo 28 de la Convención sobre los Derechos del Niño, la educación que imparta el Estado debe realizarse en condiciones de igualdad. Por lo que el Programa piloto de la SEP es inconstitucional porque en los hechos se establecen dos modelos que estarían en operación: uno para las escuelas que participan en el pilotaje, y otro para el resto de las escuelas que no participan.
Afirman que el programa piloto es experimental, y por lo tanto inconstitucional, al tratarse de un programa que no garantiza la educación científica ni de calidad en condiciones de igualdad como lo establece la Constitución.
Sorprende, en verdad, este tipo de argumentaciones, pues cada vez que hay un cambio de modelo educativo, se aplica un pilotaje como parte del proceso de implementación. De hecho, desde hace quince años se viene trabajando de manera simultánea con dos planes de estudio diferentes en educación básica. O con libros de texto que no correspondían con el plan de estudios que se estaba aplicando. Que no nos digan quienes interpusieron los amparos que no se dieron cuenta.
Es importante saber que Educación con Rumbo, organización que promovió el amparo para la suspensión del pilotaje del Plan de estudios, está integrada por la Unión de Padres de Familia, Suma por la Educación, el Instituto de Análisis de Política Familiar, entre otros. Grupos civiles identificados con ideas conservadoras y empresariales en materia de educación.
De lo anterior se deriva que sus propósitos, lejos de ser educativos o por el bienestar de los niños, son netamente de intereses políticos. ¿Dónde estaban estas organizaciones cuando se hizo el pilotaje del Plan de estudios 2011 y del Modelo Educativo 2017?. Nadie dijo nada. Porque como eran proyectos de los gobierno neoliberales todo les parecía perfecto.
Ante esta embestida de la oposición en contra del proyecto educativo de la Nueva Escuela Mexicana, la SEP ha decidido continuar con su implementación, ahora mediante el desarrollo de las sesiones de los Consejos Técnicos Escolares, cuyas guías de última hora han sido reconvertidas en orientaciones para el Taller de formación continua para docentes.
Así, al suspenderse temporalmente el pilotaje del Plan de estudios 2022, la alternativa es iniciar la formación de los docentes en las sesiones de los CTE. Es en estas reuniones donde el magisterio desarrollará sus procesos de formación docente en torno a la Nueva Escuela Mexicana al conocer y analizar el nuevo Plan de estudios y los documentos complementarios. Y mediante el diálogo de saberes entre maestros iniciar los procesos de apropiación de los principales fundamentos teóricos, metodológicos y didácticos del modelo curricular.
Hay quienes consideran que ante esta suspensión del pilotaje, el proyecto educativo de este gobierno ha fracasado. Se equivocan. El fracaso educativo viene ocurriendo desde hace varias décadas, y se ha agudizado en los últimos años. Con esta transformación educativa se pretende dar un giro cualitativo a la educación. Sin embargo hay muchos intereses políticos, económicos e ideológicos que se oponen.
Así como el Quijote exclamó: “¡Con la iglesia hemos topado, Sancho!”. De igual forma, podemos parafrasear, ante las resistencias en contra de la implementación de la Nueva Escuela Mexicana: ¡Con lo amparos hemos topado, Freire!












