POR FABIÁN MARTÍNEZ

Que no se extrañe el alcalde Fernando Remes Garza, que en unos años más lo culpen del enorme fracaso que será su gobierno, si no rectifica el actuar de quienes se hacen llamar sus grandes cerebros, sus grandes asesores.
Tampoco le deberá causar sorpresa que esas mismas personas que hoy comen de su mano, al rato hablarán pestes de él, porque es gente que conociendo la política, son ingratos, traicioneros y muerde manos.
Como el caso del doctor Alejandro Moreno Leal, claro ejemplo de lo anterior y artífice del mal desempeño que ha tenido todo el gobierno municipal durante los nueve meses de gestión.
Y solo habría que preguntarle a Héctor Yunes Landa la opinión que tiene de este gris personaje, que después de haber sido diputado del PRI por accidente en este distrito, lo único que logró fue que dicho personaje lo mantuviera durante casi 3 décadas.
A pesar que todo ese tiempo le tendió la mano, le dio de comer a él y a su familia, el pago que recibió del doctorcito fue la traición y el hablar pestes del político veracruzano, cuyo error fue haber confiado en un sujeto con muy poco valor moral.
Ahora desde la presidencia dice mover todos los hilos del gobierno municipal bloqueando a todo aquel funcionario que no obedece a sus intereses, así como a aquellos a los que les teme, porque su capacidad política e intelectual es superior a la suya.
Con ese actuar poco inteligente está llevando a la debacle política y a su alcalde Fernando Remes Garza, cuyo gobierno se encuentra estancado, apenas dando muestras de querer despertar del letargo que han mantenido desde el primer día de gestión.
Solo habrá que darle tiempo al tiempo, mientras tanto faltan dos meses y días para que termine el primer año de la actual administración, y no se ve por dónde puedan salir a flote.

OTRO “ADORNO” CARO
Tampoco los ciudadanos deben olvidar quién es Abelardo Aguirre, nada más y nada menos que otro de los traidores que en su momento vendieron al PRD para ingresar a las filas de Morena, desde la administración anterior.
Dicho funcionario ha sido el encargado de los programas sociales dentro del ayuntamiento, cargo que logró mantener dentro del actual gobierno morenista, haciendo creer -más bien engañando- al mismo alcalde, que tiene el control de la estructura política en las colonias y es quien mueve a la gente.
Pero en realidad Abelardo Aguirre no mueve ni su vida, porque pese a que cuenta con los padrones de la gente a la cual se les apoya con los programas federales, estatales y municipales, el pueblo no se identifica con un sujeto que se pasea en su flamante vehículo de lujo por las calles como todo un júnior, y luego quiere aparentar lo que no es.
Si en realidad moviera las estructuras de Morena como suele presumir, en la presentación del libro de su jefe, solo habría llenado de gente el Teatro de la Sección 30, pero se supo que para que estuviera a reventar, fueron otros operadores -por cierto priistas- los que movieron el pandero.
Es decir, que sin ayuda, Abelardo Aguirre no opera nada, y más le vale al alcalde que se ponga almeja, porque quienes traicionan una vez, traicionan siempre, no vaya siendo que cuando inicien los procesos políticos, le dé la espalda y se vaya a otro lado con tal de seguir mamando de la ubre presupuestal.

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