Poza Rica, Ver.– Indignación ha causado entre la ciudadanía el uso político que la senadora morenista Raquel Bonilla Herrera hizo de la ayuda humanitaria enviada por el Gobierno de Taiwán para los damnificados por las recientes inundaciones en el norte de Veracruz.

De acuerdo con diversos reportes y fotografías difundidas por medios locales, las despensas enviadas por el país asiático fueron entregadas en la colonia Las Granjas con etiquetas donde aparecían los logotipos de ambos países y el nombre de la senadora, acompañados del emblema personal de su oficina legislativa.
La acción ha sido calificada como una falta de ética y un acto de oportunismo político, pues se trata de un apoyo internacional destinado a las familias afectadas, no a la promoción personal de una funcionaria que —según denuncian los propios ciudadanos— poco se ha visto en labores de auxilio reales desde la emergencia.
Vecinos de Poza Rica también denunciaron que Bonilla intentó posar “para la foto” junto a maquinaria que fue rentada con recursos de los propios colonos, sin que la legisladora haya aportado ayuda tangible. Las críticas señalan que la senadora busca aprovechar la tragedia para mantener presencia mediática en su intento de posicionarse como aspirante a la alcaldía de Poza Rica y, posteriormente, a la gubernatura de Veracruz.
Durante años, Bonilla ha sostenido un discurso basado en el llamado “proyecto de nación”, con el que ha ocupado cargos legislativos consecutivos —dos veces diputada federal y ahora senadora—, prometiendo, entre otras cosas, la reactivación de la refinería de Poza Rica y un supuesto nuevo auge petrolero que nunca llegó.
Hoy la ciudadanía vuelve a señalar lo mismo: una política que solo regresa a Poza Rica cuando hay campaña o cámaras enfrente, mientras los damnificados siguen esperando ayuda real, sin logotipos ni propaganda personal.















