Se ahorcó detenido en la comandancia de Cazones

Por Jorge Gómez Moreno
Cazones de Herrera, Ver.- Fredy Velásquez Santes, de 41 años de edad, desempleado y con domicilio conocido en la comunidad Limón Chiquito, murió en extrañas circunstancias ahorcado en una celda de la comandancia de Policía Municipal de la cabecera municipal, luego que fue detenido por “alteración del orden público” o violencia familiar, solo que no hubo denuncia, por lo que permanecía tras los barrotes de los “separos preventivos”, donde fue encontrado muerto la madrugada del viernes.

Cabe señalar que ante los presuntos errores en el ingreso del detenido, a quien no se practicó el protocolo de «quitar agujetas, cinturón y objetos que pudieran ser utilizados para quitarse la vida» o la revisión constante de los detenidos, guardaron total hermetismo para que el caso no trascendiera a la opinión pública.

Pero esto no evitó que peritos criminalistas de la Fiscalía General del Estado acudieran a la comandancia para realizar las diligencias de levantamiento del cadáver, las evidencias que se pudieran encontrar dentro de la celda y su traslado al SEMEFO de Poza Rica, donde se realizó la necropsia que exige la ley, que arrojó como resultado un tipo de muerte violenta derivada de ahorcamiento.

Por la mañana del viernes, familiares del occiso acudieron ante la fiscalía para declarar en torno a los hechos, además de exigir se esclarezcan los hechos ya que no había causa probable para que Fredy se quitara la vida, ahorcándose con una playera que amarró de los barrotes de la celda, para dejarse caer y morir ahorcado.

BAJO INVESTIGACIÓN, POLICÍAS

La mañana del viernes se reportó que en el interior de la comandancia de Policía se vivió intenso movimiento ante el arribo de investigadores de Policía Ministerial, quienes entrevistaron a los elementos de guardia durante el pasado jueves, día en que se registraron los hechos para conocer si se llevaron los protocolos de ingreso de detenidos a las celdas para evitar este tipo de fatalidades.

Además se prevé que rueden cabezas, principalmente el comandante de Policía y encargado de la guardia de la comandancia por los “errores cometidos”, y se conozca la causa o motivo del “supuesto suicidio”.