Red de acoso en regional

Poza Rica, Ver.- Un nuevo grupo de empleados del Hospital Regional se acercó al periódico La Opinión, luego de la nota publicada esta semana, dieron a conocer que existe una red de funcionarios dedicados a acosar laboralmente al personal.

Dijeron que desde el director, Rubén Vázquez; la subdirectora Clementina Soni Trinidad; la asistente de dirección, Claudia Reséndiz; hasta la jefa de enfermeras, Xóchitl Marceliano Rodríguez, cometen abusos contra los trabajadores.

Incluso a través del personal de Seguridad, que impide introducir alimentos y hasta agua para beber.

Señalan también que la jefa de Recursos Humanos, Rocío Alejandre, es omisa ante los reclamos del personal, por lo que también es sumisa a las órdenes de la directiva.

Incluso señalan que en el hospital se ha perdido la representación de los trabajadores, ya que los 3 sindicatos, tanto los 2 estatales y el federal, están bajo el yugo y sometimiento de esta red de funcionarios.

Acusan a las enfermeras Manuela Morales, Tomasa Ramírez, dirigentes de sindicatos, así como al líder del sindicato federal, el químico Ricardo Bonilla Espejo, de no mover ni un dedo en la defensa de la plantilla laboral.

Denuncian que han hecho cambios de turnos abusivos, hasta colocado jefes a modo, con tal de evitar roces con el personal que denuncia anomalías, y hasta ahora los sindicatos han callado todas estas situaciones.

Por otro lado, aseguran que incluso personal ajeno a la institución está inmiscuido en las decisiones internas, señalan a la esposa del director, Sara Huerta, de hacer señalamientos entre el personal y “regañar” a todos como si fuera parte de la plantilla laboral; “ella es la que maneja todo”, insistieron.

El director actual, Rubén Vázquez, es señalado de no tener tacto con el personal a su cargo, e incluso mencionaron en entrevista, ha humillado públicamente a algunas trabajadoras. “Eran protegidos de Ramos Alor (exsecretario de Salud) y de la diputada, por eso se sienten intocables”, apuntaron nuestras fuentes.

Actualmente el hospital opera con alrededor de 80 a 100 trabajadores contratados, quienes no gozan de estabilidad laboral y son constantemente amenazados de rescindirles su firma de no acatarse a las indicaciones, por lo que exigen a la Secretaría de Salud atender este tema.