Poza Rica, Ver.- Para el día siete de diciembre, se tiene contemplada la celebración del Niño Perdido como una referencia al extravío del niño Jesús, por lo que se alumbra el camino instalando velas en las aceras de las calles, dando una atmósfera especial a la ciudad.
La tradición de instalar velas en el Día del Niño Perdido es una costumbre que se lleva a cabo en algunos municipios de Veracruz, y consiste en encender velas en las calles, ventanas, puertas, bardas, árboles y banquetas para iluminar el camino del niño Jesús que se pierde de su familia.
En Tuxpan y Cerro Azul, por ejemplo, se encienden las velas a las 7 de la noche y se puede escuchar un silbato desde el centro de la ciudad. En Xalapa, se encienden las velas en lugares como el parque Juárez y el paseo de Los Lagos.
El Día del Niño Perdido tiene dos versiones: una bíblica y otra prehispánica. En la versión bíblica, las velas iluminan el camino del niño Jesús para que regrese a casa. En la versión prehispánica, las luces son para los niños extraviados en general.