Niño de 9 años clama justicia por el feminicidio de su madre

Orizaba, Ver. — Blanca Estela Carrera Rosas, de 26 años, era una madre dedicada que aprovechaba cada momento libre de su trabajo en el Bar Bora Bora para estar con sus dos hijos menores. Blanca Estela disfrutaba jugando, riendo y abrazando a sus hijos de cuatro y nueve años, y consideraba a su familia como lo más importante. Se esforzaba en trabajar y ahorrar con esmero para proporcionarles a sus hijos la mejor vida posible.

La tragedia golpeó a la familia cuando Blanca Estela fue encontrada sin vida en una barranca del municipio de Tenancingo, en Tlaxcala. La joven había sido reportada como desaparecida el 7 de junio y el 30 de julio, la Fiscalía confirmó la identidad de los restos hallados, lo que causó un profundo dolor en sus seres queridos.

Su hijo mayor, de nueve años, clama por justicia mientras observa el ataúd de su madre. “Quiero pedir justicia por lo de mi mamá. Quiero que los responsables estén en la cárcel… mi mamá era una persona buena,” expresó el niño, reflejando el dolor y la indignación de la familia.

Belén, amiga de Blanca desde la primaria, recuerda con cariño su amistad, que se mantuvo firme a pesar de la mudanza de Blanca Estela de Orizaba a Tlaxcala. Asegura que no pasaba un día sin que se comunicaran, compartiendo siempre palabras y apoyo mutuo.

La familia de Blanca, junto con amigos y seres queridos, se reunió en una funeraria en Orizaba para darle el último adiós. María Guadalupe, hermana de Blanca Estela, ha responsabilizado a la Procuraduría de Tlaxcala por no haber encontrado a su hermana a tiempo. “Quiero que destituyan a la persona que se hizo pasar por fiscal en la procuraduría y me dijo que debía esperar 72 horas. ¿Por qué 72 horas? Se debieron haber movilizado desde el primer día. Tal vez la hubiéramos encontrado en otra condición,” comentó María Guadalupe.

La desaparición y posterior confirmación de la muerte de Blanca Estela han puesto de relieve la problemática de trata de personas en Tlaxcala. El estado es conocido por sus altos índices de trata, y Tenancingo es particularmente infame por su conexión con la explotación sexual y las redes de trata, una situación que ha marcado profundamente a la comunidad local.

Las autoridades enfrentan presión para proporcionar respuestas y justicia en este caso, mientras la familia y amigos de Blanca Estela luchan por entender los hechos que llevaron a su desaparición y muerte.