POR: T.U.M. GUSTAVO GARCÍA SALAZAR
Cumbre Tajín es mucho más que un festival; es un fenómeno cultural, un encuentro de identidades y un espacio donde la música, el arte y la tradición se fusionan para crear algo único. Pero detrás de ese mosaico de colores y sonidos, hay una red de personas e instituciones que trabajan incansablemente para que todo funcione sin problemas. Entre ellos están los paramédicos de la Cruz Roja Poza Rica, la Secretaría de Salud, la Policía y los agentes de Tránsito, verdaderos guardianes invisibles de este evento. Su labor, aunque muchas veces pasa desapercibida, es fundamental para que la magia de Cumbre Tajín no se interrumpa.
En un evento de esta magnitud, donde miles de personas se congregan en un mismo espacio, la prevención es clave. No se trata solo de reaccionar ante emergencias, sino de anticiparse a ellas. Los paramédicos de la Cruz Roja Poza Rica son un ejemplo perfecto de esto. Distribuidos estratégicamente en puntos clave del recinto, están listos para actuar ante cualquier eventualidad. Desde un desmayo por el calor hasta una lesión más grave, su rápida intervención puede marcar la diferencia entre un incidente menor y una tragedia. Y aunque muchos asistentes no se den cuenta, durante el evento siempre hay personas que requieren atención médica. El trabajo silencioso de estos profesionales permite que el espectáculo continúe sin interrupciones.
La Secretaría de Salud también juega un papel crucial. No solo supervisa que los protocolos de seguridad sanitaria se cumplan, sino que también inspecciona los alimentos que se venden en el evento, garantizando que no haya riesgos de intoxicación o brotes de enfermedades. En un mundo donde la prevención sanitaria es más importante que nunca, su labor es indispensable.
Por otro lado, la Policía, el Ejército y los agentes de Tránsito son responsables de mantener el orden y la seguridad tanto dentro como fuera del recinto. Su presencia disuade actos delictivos y garantiza que los asistentes puedan moverse con tranquilidad. Además, su coordinación con los servicios de emergencia es vital para que, en caso de una situación crítica, la respuesta sea rápida y efectiva. El tránsito alrededor del evento también representa un desafío logístico y, sin la labor de estos agentes, el caos vehicular sería inevitable.
Lo más fascinante de todo esto es que, cuando todo funciona bien, casi nadie se da cuenta. La gente disfruta del evento, los artistas brillan en el escenario y la magia de Cumbre Tajín se vive plenamente. Pero detrás de esa magia hay horas de planeación, entrenamiento y coordinación entre todos estos elementos. Es un recordatorio de que, en eventos masivos, la prevención no es un lujo, sino una necesidad.
Cumbre Tajín es, en ese sentido, un ejemplo de cómo la colaboración entre diferentes instituciones y profesionales puede resultar en un evento seguro y exitoso. La próxima vez que asistas a un festival de esta magnitud, tómate un momento para reconocer el trabajo de aquellos que, desde las sombras, hacen posible que todo fluya sin problemas. Porque, al final, la verdadera magia no solo está en el escenario, sino también en la capacidad de un equipo para actuar rápido, prevenir y proteger.
Nos leemos el próximo lunes.
@llamadadeemergencia