La eterna batalla contra la muerte

Por: Gustavo García Salazar
Una de las principales competencias naturales que tiene las emergencias es justamente contra el proceso de muerte, sin duda alguna el juego de ajedrez más largo de la historia, donde a pesar que el resultado final sabremos que es llegar a ese punto de partida sin retorno.
Los cuerpos de emergencia muchas veces ganan partidas, arrebatando a los accidentes a personas que inminentemente llegaban a un desenlace catastrófico.
En nuestro país el concepto y tradición de la muerte tiene sus orígenes prehispánicos e históricos que enriquecen nuestra cultura, donde ésta ha permanecido a lo largo de todos estos años, incluso la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para Educación, Ciencia y Cultura) considera estas celebraciones del regreso del Mictlán como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por la identidad que genera en el país dicha costumbre.
En el caso de las emergencias y personal que combate a ella en diferentes posiciones, llámese personal de salud o equipos de rescate, se sabe y se reconoce que muchas veces el desenlace de la situación no es el adecuado para lograr el objetivo principal, que es el conservar la vida, por lo tanto hago énfasis que la principal herramienta que pueda tener no solo el personal, sino el ciudadano ajeno a la emergencia, es la capacitación, ya que muchas veces el estar capacitado es la gran diferencia en salvaguardar y sobre todo donde el tiempo en situaciones de crisis o extremas se vuelve de una manera tan ambigua, ya que mientras para el personal no capacitado este se vuelve efímero, a diferencia del estar preparado esa misma unidad y relación de tiempo y espacio encuentras la cadencia adecuada para el trato de las emergencias.
También existe una contraparte dentro del personal de emergencias, puedes estar sumergido en la capacitación idónea, pero el factor humano, donde los sentimientos afloran, donde se ven inmiscuidos situaciones que pegan en lo más profundo de tu ser y que como humano puede ser afectado por ello, una de las máximas que me enseñó un buen amigo y maestro en estos ámbitos es que las emergencias siempre se deben de trabajar con la cabeza fría y con el corazón caliente, ya que justamente los pacientes o afectados de la situación lo que más les da sensación de ayuda es la empatía.
El personal profesional debe considerar estos factores y contar con la madurez necesaria para enfrentar estos procesos, ya que incluso existen factores psicológicos como un agotamiento mental, donde muchas veces en el actuar de una emergencia no aceptan que se ve rebasados por la magnitud del desastre y empiezan a tomar decisiones erróneas, provocando en primera, la más preocupante, retraso en las atenciones de calidad que requiere el paciente y, la otra, provocando más estrés en el equipo de trabajo, en cual también se ve afectado el personal que va ayudar en un trabajo donde la adrenalina está de 0 a 100 en cuestión de segundos.
A lo largo de mi experiencia en estos lares me ha tocado presenciar todo tipo de situaciones, desde aquellos casos milagrosos, donde el resultado es satisfactorio, o aquellos donde el desenlace es la muerte; alguna vez me comentaron que si mi corazón se endureció, por llamarlo de alguna forma, al presenciar estas muertes, pero en realidad yo creo que no, el personal que se dedica a esto no puede llevar consigo las muertes de pacientes a todos lados, esto lo afectaría sin duda de una manera aguda, que de hecho existe una película de Nicolás Cage donde trata este tema realizando la actuación de un paramédico.
Nadie se encuentra preparado para la muerte, lo más complicado para los profesionales de la salud es cuando se encuentran con que un familiar es el que se encuentra en un riesgo inminente de muerte, donde muchas veces anteponen sus sentimientos a sus conocimientos, esto hace recordar la fragilidad que tiene la vida y al mismo tiempo valorarla y seguir haciendo tributo a ella, insisto, capacitando constantemente a los cuerpos de emergencia, que encontrarán la cadencia perfecta para seguir en esta eterna pelea y llena de muchas batallas contra la muerte.
“Después de todo, la muerte es solo un síntoma de que hubo vida”. MARIO BENEDETTI

Nos leemos el próximo lunes.

@llamada de emergencia

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