Yatrogenia. Por Doc Kiskesabe.
Dr. Ignacio Espinosa, Médico Internista
Tels: 782 82 263 52 y 782 888 0056.
Hipocondría social
Antonio Sitges-Serra ha escrito un libro tan revelador y documentado como polémico. Y con un título bastante provocador: «Si puede, no vaya al médico». Es catedrático de Cirugía en la Universidad Autónoma de Barcelona, fue jefe del departamento de Cirugía del Hospital del Mar y ha publicado más de 400 artículos científicos.
En su controversial libro, denuncia cómo en la sociedad actual, una sociedad que venera la ciencia y que siente pánico por la muerte y por envejecer, la medicina se ha convertido en un colosal negocio, a expensas casi siempre del paciente.
El doctor Antonio Sitges-Serra critica con contundencia algunos defectos de la industria médica moderna en una entrevista a BBC Mundo. Con su libro busca darnos un mensaje tranquilizador contra la hipocondría social, contra el abuso de la medicina y a favor de la autocuración, de la responsabilidad personal y de evitar la sobremedicación.
Lo cierto es que la masacre de los antiguos mexicanos, perpetrada por las huestes de la corona española de aquellos tiempos, sigue vigente en esta moderna era, siendo la polifarmacia el método de seguir sacrificando mexicanos apoyados en la tecnología de punta usada en la medicina, que invade las entrañas del cuerpo humano, dizque para prolongar la vida.
La Real Academia Española define «hipocondría» como «afección caracterizada por una gran sensibilidad del sistema nervioso, con tristeza habitual y preocupación constante y angustiosa por la salud».
La etimología de «hipocondría» proviene del griego antiguo, específicamente de la palabra: hypokhondrios, que significa «debajo de los cartílagos». Este término hacía referencia a la región anatómica del cuerpo ubicada debajo de los cartílagos costales, conocida como hipocondrio. En la medicina antigua, se creía que esta zona era el origen de la melancolía y otras enfermedades emocionales. Esto coincide en que actualmente el síndrome de intestino irritable es una de las causas más frecuentes de consulta general, provocando con frecuencia dolor en los hipocondrios, es decir, debajo de las costillas, ya que el colon, con sus 2 metros de longitud, puede manifestarse con dolor en todas las regiones abdominales, siendo la más frecuente debajo de las costillas, “la boca del estómago” dicen los enfermos.
En resumen, la palabra «hipocondría» se deriva de la región anatómica «hipocondrio», que a su vez proviene del griego «debajo de los cartílagos». Este término se asociaba con la preocupación y el miedo excesivo por la salud.
Cabría añadir algo que define también a los hipocondríacos: no se quedan tranquilos a pesar de que un médico competente les diga que no tienen nada grave físicamente hablando y, por lo tanto, los estudios de laboratorio, radiografías, ultrasonido, tomografía o resonancia magnética no reportan lesión anatómica alguna. No existen estadísticas fiables de la proporción de pacientes que acuden al médico solicitando análisis y radiografías «por si acaso» sin tener síntoma alguno, pero seguro que no es inferior al 15 o el 20 por ciento. ¿Qué explicación tiene?
La hipocondría tiene antecedentes culturales de interés literario y psicológico, como El enfermo imaginario de Molière o el barón de Münchhausen. Pero hasta hace poco eran eso, referentes cómicos. Sin embargo, la hipocondría ha ido ganando terreno en una sociedad obsesionada por conseguir la vida eterna aquí y ahora. Todos tenemos miedo a sufrir alguna enfermedad, todos nos creemos enfermos potenciales. Para tranquilizarnos, acudimos a los médicos y pedimos los análisis más completos posibles para que no se le escape nada al galeno, sin saber que, como hemos comentado antes, el exceso de celo médico acaba a menudo en víctimas de la moderna imagen tecnológica. ¿Por qué tanta afición a las revisiones y a las visitas médicas cuando nos encontramos en buen estado de salud y nuestra esperanza de vida es espectacular?
Más de cincuenta años entrevistando a todo tipo de pacientes de diferentes estratos sociales, afirmo que alrededor de un 50 % de las causas de consulta en general se originan en trastornos llamados psicosomáticos, entre los que se encuentran la llamada hipocondría, neurosis de ansiedad, estados depresivos y un sinfín de términos psiquiátricos que confunden hasta a los mismos psiquiatras y psicólogos, y en realidad confunden, alarman y enferman más a quienes sufren estos trastornos. Estos trastornos simulan, por decirlo así, y fabrican enfermedades en todos los órganos y sistemas de nuestro maravilloso cuerpo humano, que reacciona fisiológicamente en forma automática ante diversos estímulos externos e internos que excitan a nuestro sistema nervioso, maravilla de maravillas, provocando reacciones en diferentes órganos de nuestro cuerpo, manifestaciones variables en tiempo, espacio y personas, manifestaciones que, si al que las siente no se las podemos demostrar en todos los modernos estudios habidos y por haber, el hipocondríaco duda de cualquier “chucha cuerera de la medicina”, incluyendo a ese que dicen que sí sabe, el Doc. Kiskesabe; y además duda de la calidad de esa moderna tecnología.
Por muy avanzada que sea la tecnología de punta actual, solo aporta un 20-30 % de certeza a la medicina clínica del interrogatorio y exploración minuciosa. No tomar en cuenta lo anterior y confiar ciegamente en esa tecnología conduce al fenómeno poco publicitado de que la tercera causa de muerte en el ámbito mundial son los errores médicos, que provocan alrededor de 300 mil muertes evitables, tan solo en hospitales de alta tecnología.
https://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/05/160504_salud_errores_medicos_tercera_causa_muerte_eeuu_il
Correo: dockiskesabe@msn.com
Web: www.kiskesabe.com














