Icono Administrativo que Unió a Poza Rica y Tampico

El Legendario edificio, da lustro al pasado de la ciudad de Tampico, siendo un emblema del magno pasado petrolero en dos décadas del auge petrolero en la Huasteca Veracruzana. Fue una importante longa comercial. Que se vendió al Sr. Weetman Pearson, propietario de la Compañía Mexicana de Petróleo El Águila, donde asentó la administración de la segunda empresa de los hidrocarburos en nuestro país. Pasó a ser patrimonio de México, después de la Expropiación de la Industria Petrolera. Hoy, Joya arquitectónica del Centro Histórico de Tampico.     

La primera referencia de un uso importante, es cuando fue su dueño el Sr. José Carrera, que instaló una longa comercial y dio el nombre de “Comercio”, a una de las calles que conformaban junto con a La Aurora, una de las esquinas simbólica del casco histórico de Tampico. Edificio que tuvo un salón usado como centro de eventos de excelente calidad que llenó una época dorada en el Puerto, la que dejó una estela de enorme nostalgia; locución expresa en los testimonios que dejó el Historiador de La Huasteca, Don Joaquín Meade.   

Uno de los eventos más significativos en la corta historia de “La Longa Comercial”, fue aquel día 17 de abril de 1890, al celebrarse la inauguración y puesta en rumbo del ferrocarril de Tampico a San Luis Potosí, ruta que fue esencial dentro del auge petrolero, que lo vio nacer de forma paralela. Asistiendo colaboradores cercanos al entonces presidente de la República Mexicana, José de la Cruz Porfirio Díaz Mori,​ conocido como Porfirio Díaz; tiempo en que el propietario del sitio, era Don Ángel Sainz Trápaga.  

En el año de 1903, el edifico de la longa se incendió, quedando el terreno ocioso, el que posteriormente se limpió de sobrantes y escombros. Dos años después, un americano instaló en él, un cine a al aire libre, típico de aquel tiempo con bancas de madera, venta de golosinas, falto de butacas y pantalla de tela blanca, que fue orgullo de Tampico, sala que corrió la misma suerte que su antecesor, ya que se incendió dejando pérdida total en 1905.     

En esos años no existía en México industria más significativa que la del petróleo, y en su enorme suma, la producción era en “La Huasteca Veracruzana”, vehemente filial en el ámbito de los hidrocarburos. Weetman Pearson que era propietario de la Compañía El Águila, y el geólogo DeGolyer, emprendieron la perforación del pozo Potrero del Llano N°4, en el mes de abril de 1910, el que reventó a la profundidad de 587 metros el día 27 de diciembre del mismo año, que duró sesenta días en ser controlado, en el entonces municipio de Temapache. La misma compañía perforó en ese campo, un total de trece pozos productores, que en esos años produjeron 335 500 barriles.

El magnífico pozo quedó cerrado después de ser controlado, hasta la conclusión en 1911 del oleoducto Potrero del Llano a Tuxpan, puerto que antes de los años veinte, inició la operación y manejó de aceite en la Barra Norte, al construirse una refinería, central de almacenamiento y una estación de bombeo de gran magnitud. Instalación aunada a las de Amatlán, y Panuco, Veracruz.

Edificio El Águila, Tampico, Tamaulipas.

En el año de 1913 El Águila empezó a erigir una refinería en Doña Cecilia, hoy, ciudad Madero, Tamaulipas, compró el terreno donde se había quemado el cine para edificar sus oficinas, las que inauguraron en el centro Tampico en 1914, en donde surgieron los edificios que le dieron a la ciudad su hermoso casco histórico. Sobresaliendo entre ellos, el edificio de la Cía. Mexicana de Petróleo El Águila, por lo que el puerto comenzó a tener ese aires de ciudad cosmopolita, asentándose las oficinas de las compañías petroleras, entre particulares.

De esta forma, La Compañía El Águila tuvo su edificio de calidad y estilo Art Déco, de todo lujo y equipado con la mejor de ese tiempo, todo importado de los Estados Unidos de América; muebles, lavabos, barandales y la madera del interior, incluso los marcos de las imágenes. La cimentación del inmueble es de calicanto, es decir de piedra braza, tiene semisótano netamente de estilo puro anglosajón, la fachada esta en la esquina que forman las calles; General Cesar Lope de Lara y Salvador Díaz Mirón, tiene en el primer nivel un par de arcos y en los pisos superiores, solo existen ventanas rectangulares. 

El día 17 de julio de 1922, la Compañía El Águila de Pearson adquirió la compañía petrolera The Old Fields of México, que perforaba en el Campo Furbero, Municipio de Coatzintla, Veracruz, la que estaba asentada en la exhacienda de Palma Sola, y muy cerca de las perforaciones. Tuvieron sus oficinas administrativas en lo que es “La Terminal de Cobos”, jurisdicción de Tuxpan, Veracruz, a donde llegaba la producción por un oleoducto de seis pulgadas de diámetro y 82 kilómetros.

Pearson extendió su línea telefónica hasta Cobos, Tuxpan, para enlazarlo a la red, las operaciones petroleras del Campo Furbero, Municipio de Coatzintla, Veracruz, con el edificio El Águila, sede en Tampico, Tamaulipas, Hubo lugares estratégicos para el servicio de comunicación en las estaciones y campos, sobre lo que fue su propia brecha, paralela a la actual de La Huasteca, llegó a Potrero del Llano, de ahí a la estación de Ojital y refinería de la Barra Norte de Tuxpan. Desde ahí salió un ramal para La Estación de Cobos, donde iniciaban las vías de La Maquinita que ya tenía ochenta y dos kilómetros hasta Furbero.

La Compañía The Old Fields of México había tendido un kilómetro de tubería mar adentro desde la refinería de Tuxpan, la que sujetó con boyas metálicas, por este cargaba a los buquetanques, que salían a Estados Unidos de América y ventas a Europa, lo que mejoró las finanzas de la Compañía El Águila.

Rubén Zamora Delgado Superintendente del Distrito Poza Rica en 1940.

Weetman Pearson instruyó que la compañía El Águila ampliara la exploración petrolera en torno a los Kilómetros 52 y 56 con referencia a vías de La Locomotora de vía angosta. Se amplió en junio de 1926 a la Hacienda de Mecatepec, municipio de Tihuatlán, al abrirse una brecha que cruzó el río Cazones saliendo del Kilómetro 52, en donde estableció un campamento con casa de madera, donde perforaron con éxito y poca producción que dio expectativas. Empero, ese mismo año inició la perforación del Pozo N° 2 cerca del kilómetro 28 en Coatzintla, que se suspendió temporalmente y reanudo el 30 de enero de 1930, hasta brotar el 18 de junio del mismo año. 

El Superintendente de la Compañía El Águila, Mr. Richard Olloqui, evaluó entre el Kilómetro 56 y Furbero, en el que se habían perforado treinta y siete pozos de los cuales habían salido productores solo catorce y de ellos los buenos fueron el 9, 27 y 28, esto lo llevó a establecer su nuevo campo Petrolero en La Poza Rica, lo que sucedió el 20 de diciembre de 1932. Previamente, una avanzada desmonto junto con la compañía Martin, una extensa área para edificar las oficinas, talleres, casas y sus respectivas vías para La maquinita y los Kalamazos.

Aquel 20 de diciembre de 1932 el superintendente, quien después de instalarse en su casa, salió de prisa a su nueva oficina para comunicarse por teléfono al edificio “El Águila” de Tampico, allá le contestó el Gerente Mr. Gowlston, a quien le notificó el cierre de las oficinas de Palma Sola, asimismo le informó que a partir de aquel momento despachaba en la Superintendencia del “Campo Petrolero Poza Rica” oficialmente llamado de esta forma para recibir correspondencia oficial, lo que se considera el instante de la instalación del campo petrolero y por ende, la fundación de Poza Rica.

A partir de ese indeleble día para Poza Rica, se instaló la central telefónica de la compañía El Águila en el Campo Petrolero de Poza Rica y el enlace era cotidiano hasta el edificio El Águila ubicado en las calles General Cesar López de Lara y Salvador Díaz Mirón, que fue la residencia administrativa en México de la segunda empresa importante desde que inició la historia comercial del petróleo y el primer Auge Petrolero en nuestro país.       

Después de La Expropiación de la Industria Petrolera de México, el edificio pasó a ser parte del inventario que se dejó La Compañía de Petróleo El Aguila. Días más tarde, por medio de un abogado se solicitó un amparo por la ocupación del edificio de sus oficinas sin éxito. Uno de los únicos sobrevienes fue el Tec. Rubén Zamora Delgado, quien había sido auxiliar de Mr. Gowlston, ultimo Gerente del Aguila. Un año después Zamora Delgado fue movido a Poza Rica como para administrar el Consejo Local de Administración, sustituyendo al Ing. Eduardo Pérez Castañeda.  

El Edificio El Águila pasó a ser sede de La Gerencia de la Zona Norte de Petrolees Mexicanos en su estructura, de donde Poza Rica siguió dependiendo hasta que pasó a ser Superintendencia de Distrito. Afortunadamente a los funcionarios de Pemex, no se les olvidó hacer histórico el inmueble, al conservarlos como se edificó, por varios años se conservó la enorme caja fuerte donde se guardaban los bienes de los primeros dueños de la empresa mexicana y un cumulo de historia.

Poza Rica en el año de 1952
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