Ya no hay rutas establecidas, ni horarios; ciudadanos se quejan de la porquería que dejan lixiviados en las calles.
La empresa Discricar continúa enfrentando quejas por parte de la ciudadanía de Poza Rica, quienes han reportado un notable deterioro en la calidad del servicio de recolección de basura en las últimas semanas. Los residentes se quejan de que el camión recolector no pasa con la frecuencia establecida, lo que ha llevado a la acumulación de montones de basura en varias áreas de la ciudad.
El descontento generalizado ha encontrado eco en las redes sociales, donde los ciudadanos han expresado su frustración con la irregularidad del servicio. Según los informes, la unidad recolectora frecuentemente omite recorridos completos, dejando a la comunidad lidiar con la acumulación de desechos.
Como resultado, el personal del ayuntamiento ha tenido que intervenir para manejar la situación, una tarea que debería estar bajo la responsabilidad exclusiva de la empresa concesionaria.
La concesionaria Discricar parece operar con total impunidad, lo que ha generado la percepción de que existen intereses oscuros que protegen a la empresa desde altos niveles.
La falta de un servicio de calidad ha suscitado una demanda urgente de acción por parte de las autoridades locales y una revisión exhaustiva del contrato con Discricar. Los ciudadanos exigen una solución inmediata que garantice que la empresa cumpla con sus obligaciones y que la recolección de basura se realice de manera eficiente y regular.
La concesionaria opera con total impunidad, solapada desde muy arriba por negros intereses pasando por encima del noble y sabio pueblo de Poza Rica, que cada mes paga 500 mil pesos por un servicio de porquería.
Las quejas en redes sociales se multiplican en el sentido de que la unidad recolectora no cumple con el recorrido por cada ruta, y la chamba la tiene que hacer el personal del ayuntamiento.
Desde que empezó a operar hasta ahora, Discricar no ha sido sancionada por ninguna autoridad ambiental, pues nunca cumplió con la normatividad ecológica para la recolección de residuos urbanos pues para empezar, los camiones no cuentan con los empaques espaciales para evitar la filtración de los líquidos o lixiviados, los cuales, terminan en enormes charcos sobre las avenidas importantes del primer cuadro de la ciudad, contaminándolo todo, con senda pestilencia.
Desde que llegó Discricar a la ciudad, el primer cuadro sobre Heribierto Kehoe Vincent y las calles aledañas, se mantiene una grave contaminación por la putrefacción de los lixiviados que con los rayos del sol, se intensifican aún más, pero ni la PMA ni la SEDEMA, tienen ojos para ver este grave problema que lastima a los pozarricenses.