Álamo, Ver. – Tres de los cuatro proyectos productivos destinados para mujeres indígenas ya superaron su primera fase, y de esos tres, uno de ellos se encamina a convertirse en una gran empresa si sus integrantes no quitan el dedo del renglón, vaticinó la Dirección de Desarrollo Social y Humano.
Para el titular de esa dependencia municipal, Roberto Cortez Hernández, ese sería el objetivo oficial, pues a falta de producción citrícola en el territorio alamense se requiere invertir en acciones de auto empleo, principalmente en beneficio de las mujeres indígenas.
Recordó que el año pasado el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) aprobó cuatro proyectos productivos para igual número de grupos de féminas de zonas originarias, e indicó que las comunidades beneficiadas fueron San Fernando y Sombrerete, cada una con dos proyectos.
Para San Fernando se canalizaron un proyecto de costura y otro de pan, mientras que para Sombrerete los apoyos fueron para instalar una fábrica de chocolate artesanal y un taller también de costura.
Lamentablemente, apuntó, en San Fernando uno de esos grupos se encuentra atrasado en la comprobación de recursos, mientras que en Sombrerete el de chocolate ha avanzado tanto que ya el INPI les autorizó un recurso adicional para promoción y comercialización de su producto.
“Entonces, se envasará en recipientes de mayor calidad para una mejor presentación e irá con mejor estándar de calidad. Nosotros coadyuvaremos para que lo puedan vender a empresas grandes, y si siguen así van para grande… Eso es lo que queremos nosotros, a falta de naranja necesitamos invertir en auto empleo sobre todo en mujeres”, destacó.
Por otro lado, también en relación con las zonas autóctonas, anotó: “Estamos trabajando en un proyecto productivo cultural que son las bandas de viento, rescate de las tradiciones, y si Dios nos lo permite vamos a tener recursos para un grupo, para promover sus programas culturales, que puede ser Aguacate Vinazco o Lomas de Vinazco donde tenemos danzas.”














