A once años de su fundación el centro de rehabilitación 5 de Febrero de la conurbada localidad Pueblo Nuevo se ha convertido en un sitio para atender no sólo casos de alcoholismo sino también para brindar refugio a personas sin hogar y para pacientes del medio rural adictos a estupefacientes.
El pasado fin de semana, por ejemplo, las instalaciones del Grupo 5 de Febrero aceptaron el ingreso de cinco jóvenes drogadictos de la alejada localidad San Fernando, de los cuales cuatro son menores de edad.
Para su traslado fue necesario el apoyo de policías preventivos, quienes acudieron hasta aquella comunidad rural a petición de las autoridades y habitantes de ese lugar.