TIHUATLÁN, VER.- Las bajas ventas y el incremento en el costo de los insumos, tiene a los carpinteros padeciendo una fuerte crisis económica y el llamado lema de que Tihuatlán es “lugar donde la madera se transforma en arte”, ha quedado sólo en eso.
Entre los entrevistados destaca el duro golpe desde la pasada pandemia cuando la movilidad se redujo por indicaciones de las autoridades sanitarias, aún persiste “pues entonces, nadie compraba nada de madera, todo mundo aterrado por la enfermedad”.
Actualmente, la demanda bajó considerablemente aunado a que ya Tihuatlán no tiene cedro que es la principal materia prima, por lo que aseguran, tienen que comprarle a productores del estado de Puebla, que es el principal proveedor de cedro rojo, además de Hidalgo.
Sin embargo, resaltaron que es necesario que los tres niveles de gobierno volteen hacia este sector, buscar alternativas para reactivar la actividad, ya que no se han realizado eventos masivos para promover los muebles.
“Nos hace mucha falta la difusión, que se nos apoye en eso y en festivales del mueble, donde podamos ofrecer nuestros productos y tratar de lograr sacar un poco de provecho”, lamentaron.
Por otra parte, expresaron que en Tihuatlán ser carpintero es una tradición familiar, incluso, hasta hay un monumento ubicado a un costado de la carretera en la salida de la cabecera municipal.
Generación tras generación este oficio se va trasmitiendo a los hijos pero, ahora cada vez son menos los que gustan por aprender la carpintería, tal y como ocurre con la agricultura, muchos jóvenes no quieren trabajar en el campo.