Sufren caos familias de Paso de Cazones por falta de puente colgante; nadie les informa nada

CAZONES DE HERRERA, VER. – El pasado mes de abril, el alcalde tuvo un encuentro casual con algunos agentes y subagentes de localidades que se ubican del otro lado del río, en la ruta de Paso de Cazones, a quienes les dijo que “el recurso para construir un nuevo puente colgante, había sido liberado y ya estaba disponible para esa obra”, pero en la acalorada mesa de trabajo realizada a exigencia de las autoridades comunitarias el jueves, les confirmó que siempre no hay nada, que no hay recurso y que sigue “en gestiones”.

Tal aseveración generó coraje e incertidumbre entre agentes y subagentes, ya que cientos de familias siguen sufriendo la falta de un acceso pues el puente colgante fue clausurado en noviembre del año pasado, por la Secretaría de Protección Civil del Gobierno estatal, ante el peligro que representa tratar de cruzar por él, ya que se está despedazando el piso de fierro, el barandal y los tirantes, a consecuencia del impacto del huracán Grace, en agosto del año pasado; una caída sería mortal.

Afectados señalan que, lo que más molesta, “es que ni el alcalde Miguel Ángel Uribe Toral, ni la Secretaría de Protección Civil estatal, ni la SCT de la federación”, se han acercado para informar a la población lo que realmente está pasando, pues al cierre del año pasado, también se hablaba de que el recurso ya estaba etiquetado y solo faltaba su liberación.

La falta de dicho puente colgante, generó que se asignara la lancha de PC Cazones, pero en un principio estuvieron aplicando un cobro por persona, y actualmente, y aunque ya se retiró el cobro, luego de la inconformidad de las familias, ante la necesidad de salir desde las 5 y media de la mañana, hora en la que no funciona la lancha, la gente que tiene que ir a la escuela a a su centro de trabajo en Poza Rica o alguna otra localidad de la región, se arriesga a cruzar por el destruido puente.
Cabe mencionar que tampoco se aclaró donde quedó el recurso que se asignó el año pasado, para realizar una “reparación” al puente, justo antes de la llegada del huracán Grace.