Ni los más pobres escapan al hampa

Álamo, Ver.- El tema de robos a la ciudadanía en general permea tanto en esta ciudad que hasta las personas más pobres y humildes temen ser víctimas del hampa, al extremo que gente discapacitada que suele pedir apoyo económico en la vía pública ata sus aparatos funcionales para que no se los hurten.

Un claro ejemplo de esta situación es el de un humilde adulto mayor que sufre de discapacidad motriz en sus extremidades inferiores, y quien para caminar suele apoyarse en un par de muletas, las cuales mantiene amarradas con una gruesa cadena y candado a una báscula pública sobre una acera de la avenida Independencia.

El infortunado se ubica todos los días en la esquina con calle Bucareli, en el exterior de una conocida farmacia, donde permanece sentado en el piso en espera de que personas altruistas le depositen alguna moneda en un vaso de unicel, aunque también suele bordar servilletas que después ofrece en venta para obtener ingresos.

Casi a fines del año pasado, esta persona fue víctima de la delincuencia que, sin consideración a su vulnerable situación, en un descuido la despojó de sus muletas, lo cual durante semanas lo obligó a arrastrarse por el piso hasta que alguien le donó unas nuevas que ahora tiene que asegurar con cadena y candado para evitar que se las roben nuevamente. Así las cosas, en Álamo.