Monumentos no entran en presupuesto

Por PAULO RUIZ

Tras la desaparición del relieve de Teodoro Cano en el arco de bienvenida de Coatzintla ha llamado la atención el estado que guarda toda la infraestructura pública, pero en especial las obras artísticas de la región, que no han tenido mantenimiento adecuado.

En Tihuatlán, en otra obra del maestro Teodoro Cano, La Opinión de Poza Rica detalló las condiciones en las que se encuentra el Cristo Redentor, al notarse corrosión en sus bases y vandalismo al que ha estado expuesta la estatua monumental, ícono de este municipio.

Ayer, el periodista de La Opinión de Poza Rica Hipólito Moreno Tapia, documentó el estado actual y la urgencia de que se realice una inspección técnica para verificar si existe daño por el óxido en el material, así como trabajos de conservación, tal como advirtió el custodio de la plazoleta, José Isabel Rosado Vargas.

De igual manera, El Colotero, en Álamo, obra del maestro Miguel Vargas, presenta fisuras en su base, así como un enorme hoyanco en el dorso, grietas en brazos y cara de esta colosal escultura que llegó con sus más de 20 metros de altura, a posicionarse entre las más grandes de la entidad.

Este año, la plaza donde se encuentra el gigantesco cortador de naranja tiene presupuestado más de un millón de pesos para su mejora, sin embargo, no se ha especificado si esto incluye el mantenimiento correctivo al monumento.

La mayoría de ayuntamientos ni siquiera contemplan trabajos de este tipo en su planeación presupuestal, ya que de los 27 rubros, el de “Proyectos culturales y artísticos” en la mayoría de gobiernos municipales ni un peso tienen etiquetado.