En México, la era de las grandes empresas petroleras está recién comenzando. Pero para la petrolera estatal, sus mejores días parecen haber quedado atrás.
El reinado de Petróleos Mexicanos, el productor de petróleo estatal conocido como Pemex, está siendo desmantelado lentamente después de que una reforma de 2013 acabara con su monopolio y abriera la industria a rivales extranjeros por primera vez en más de siete décadas.
Una subasta del 5 de diciembre en la que gigantes de la industria petrolera como Exxon Mobil, Chevron y BP podrían presentar ofertas por bloques de aguas profundas constituye el paso más significativo hasta ahora en el esfuerzo de México para reclamar su lugar como potencia mundial en la producción de crudo.
México necesita que la subasta sea un éxito. En sus inicios, la reforma energética sufrió un revés importante cuando los precios del petróleo del país colapsaron de más de 100 dólares el barril en 2014 a un mínimo de 19 dólares por barril en enero.
La caída afectó la participación en las primeras subastas organizadas por el país el año pasado, y aceleró el declive de Pemex, que alguna vez fue el tercer productor mundial. Todo esto vuelve a la subasta de la próxima semana aún más importante.
«Lo que estamos viendo ahora es el efecto de años de negligencia de la compañía petrolera nacional», dijo Duncan Wood, director del Instituto México en Woodrow Wilson International Center for Scholars en Washington, en una entrevista telefónica.
“Sin la reforma energética, Pemex iba rumbo a la quiebra. El país ahora está intentando enderezar la nave que se hunde, pero todavía podría tomar diez años que la entrada de inversión significativa ayude a hacer eso», dijo Wood.
Actualmente la producción de Pemex está cayendo más rápido de lo que los productores extranjeros serán capaces de incrementar la producción, incluso si la subasta del próximo lunes es un éxito.
Su producción va rumbo a caer a un mínimo de 36 años, ya que la empresa con sede en la Ciudad de México está abrumada por una deuda de casi 100 mil millones de dólares y 16 pérdidas trimestrales consecutivas que han diezmado el gasto en inversión.
La caída en la producción petrolera de Pemex puede atribuirse al proceso de envejecimiento y declinación del yacimiento de Cantarell, dijo Pemex en una declaración enviada por correo electrónico.
Cantarell fue uno de los mayores descubrimientos de petróleo del mundo cuando fue encontrado en el Golfo de México en los años 70.
(El Financiero)
















