Puedes contagiarte si estás en contacto directo con personas enfermas de influenza, esta enfermedad se transmite de persona a persona (el virus entra al organismo por la boca, nariz y ojos), a través de gotitas de saliva que se expulsan al estornudar o toser; también al saludar de mano, beso o abrazo a una persona enferma de una infección respiratoria.
Además puedes contagiarte al tener contacto con superficies previamente contaminadas por gotitas de saliva de una persona enferma de influenza, como mesas, teclados de computadora, artículos deportivos, manijas, barandales, teléfonos, pañuelos desechables y telas.
Fiebre arriba de 38°C, tos y dolor de cabeza, acompañados de uno o más de los siguientes signos o síntomas: escurrimiento nasal, enrojecimiento nasal, congestión nasal, dolor de articulaciones, dolor muscular, decaimiento (postración), dolor al tragar, dolor de pecho, dolor de estómago, diarrea.
El tratamiento indica que debes tomar muchos líquidos, permanecer en casa descansando, no automedicarte y solicitar atención médica de inmediato. El personal especializado te dará el tratamiento antiviral específico para la influenza y medicamentos de ayuda para aliviar el resto de los síntomas.
Para protegerse de la influenza debes vacunarte, evitar cambios bruscos de temperatura y corrientes de aire, abrigarte bien, utilizar gorro, guantes, bufanda (que cubra nariz y boca) y calcetines gruesos.
Además se recomienda consumir muchas frutas y verduras, sobre todo las amarillas y verdes, para sentirte mejor y mejorar las defensas de tu cuerpo; si puedes, evita tener contacto con personas que tengan enfermedades respiratorias.
No olvides que si tienes síntomas de influenza no debes automedicarte y acudir a consulta cuanto antes.