Puebla.- A casi cuatro años de su desaparición, autoridades y colectivos de búsqueda localizaron restos óseos en la colonia Playas del Sur que podrían pertenecer a Rafael Huerta Vega, el niño de 12 años que fue visto por última vez en octubre de 2020.
Rafael desapareció luego de salir de la casa de su padre con la intención de comprar una lata de frijoles. Desde entonces, su madre, Teresa Vega Salazar, emprendió una incansable búsqueda en medio de la indiferencia de las autoridades. En múltiples ocasiones, ha señalado a su expareja como presunto responsable, debido a contradicciones en su versión de los hechos y su posterior huida tras la desaparición del menor.
El hallazgo de los restos se logró durante un operativo coordinado entre la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de Puebla (CBPEP), familiares de personas desaparecidas y autoridades locales, en una zona de campos de tierra del municipio de Tlacotepec de Benito Juárez. Peritos de la Fiscalía General del Estado realizaron el resguardo del material óseo, que será sometido a pruebas genéticas en el Servicio Médico Forense para confirmar su identidad.
La posible localización de Rafael reaviva no solo el dolor de su familia, sino también el reclamo por justicia y la exigencia de fortalecer los mecanismos de búsqueda en Puebla, una entidad marcada por el incremento de casos de personas desaparecidas.
Hasta el momento, las autoridades no han emitido una confirmación oficial sobre la identidad de los restos encontrados. La madre del menor se mantiene a la espera de los resultados forenses con la esperanza de cerrar un ciclo de angustia que inició hace ya casi cuatro años.
