Después de una ola de violencia en Chiapas, las fuerzas de seguridad han logrado detener a 21 presuntos criminales, intensificando la presencia militar en la región. El Ejército y la Guardia Nacional informaron que, en respuesta a varios bloqueos en el municipio de Tuzantán, detuvieron a miembros de dos células delictivas, incautando un arsenal de armas, municiones y vehículos.
En uno de los operativos, se capturaron a seis personas en flagrancia, confiscando 12 armas largas, 120 cargadores, cerca de tres mil cartuchos, cuatro vehículos y un inmueble. En un segundo despliegue, se arrestaron a 15 individuos, con un decomiso que incluyó 17 armas largas, 107 cargadores, cerca de dos mil 800 cartuchos, 296 dosis de lo que parecía ser cocaína, dos vehículos y un inmueble.
¿Qué motivó estos bloqueos en la región? ¿Qué papel juegan estas células delictivas en la violencia reciente en Chiapas? En total, las autoridades atendieron 18 bloqueos en áreas como Chicomuselo, Frontera Comalapa, El Jocote, Bellavista, La Grandeza, El Porvenir y Motozintla, desplegando una fuerza de 540 agentes para restablecer el orden.
A pesar de la magnitud de los bloqueos, que involucraron a 660 manifestantes, la presencia militar y el diálogo lograron reducir la situación a solo cinco bloqueos y tres filtros en la carretera de Frontera Comalapa hacia Amatenango de la Frontera. ¿Cómo influyen estas manifestaciones en la dinámica de seguridad en Chiapas?
La Secretaría de la Defensa Nacional, encabezada por el General Luis Crescencio Sandoval, también destacó la colaboración con autoridades guatemaltecas para abordar la situación en la región fronteriza. Los detenidos y los materiales confiscados han sido puestos a disposición de las autoridades para continuar con las investigaciones. ¿Qué revelarán estas investigaciones sobre las redes delictivas en la región?