Desastres ecológicos de Pemex se quedan en el limbo

POR ROBERTO AGUILAR TOLENTINO

Poza Rica, Ver. – Luego del brutal derrame de crudo sobre el río San Marcos, en Puebla, que se extendió hasta el río Cazones, del lado de Veracruz, la empresa Petróleos Mexicanos no ha rendido su informe respecto al grado de afectaciones provocadas, pero sobre todo, el avance en las labores de limpieza y saneamiento como lo marca la normatividad en este tipo de desastres ecológicos.

Recientemente, hubo un derrame de crudo sobre el arroyo El Huéleque, que terminó en las playas de Cazones y Pemex nunca dijo nada. Fuertes aguaceros le hicieron la chamba. Luego, hubo otro derrame en la comunidad Arroyo Florido de Coatzintla, por la fractura de un ducto, y Pemex guardó silencio. Con el derrame sobre el río, está haciendo lo mismo.

Fuentes del ayuntamiento señalaron que, como siempre, Pemex busca evadir responsabilidades, no rinde el reporte correspondiente, al que funcionarios de esa dependencia federal se comprometieron a rendir días después del desagradable evento ocurrido en la zona de Xicotepec de Juárez, Puebla, tras reventar un ducto de hidrocarburo muy cercano al río San Marcos.

A puerta cerrada, como lo exigió Pemex, se realizó una reunión en el auditorio del ayuntamiento, donde funcionarios de la empresa petrolera detallaron que se trataba de una contingencia por el derrame de hidrocarburo que estaba afectando las aguas del río.

Los escurrimientos se desplazaron kilómetros más abajo sobre el Cazones, hasta llegar incluso a las comunidades de Tihuatlán y Cazones de Herrera, sobre el cauce del río, provocando zozobra entre los pobladores debido al fuerte olor a gas, pero Pemex nunca informó a los habitantes sobre los riesgos y las medidas que debían adoptar mientras duraba el derrame.

Instancias como la dirección de Ecología Municipal, Protección Civil municipal, enlace regional de la Secretaría de Protección Civil y demás dependencias siguen esperando el reporte de Pemex, del que hasta ahora se desconoce cuándo lo va a presentar, aunque en realidad los más interesados son los pobladores de las comunidades cercanas al río Cazones.