Espinal, Ver.- Una verdadera falta de respeto es como los dueños de casas y edificios públicos, pero sobre todo aquellos que tienen sus bardas pintadas, catalogan las acciones que demuestran jóvenes al grafitear, lo que con sacrificios hacen por darle una mejor presentación a sus hogares.
“Es triste ver que nuestra juventud tenga como pasatiempo rayar o pintar paredes; definitivamente se requiere de una mayor seguridad, puesto que nuestra niñez ve reflejada este tipo de malas acciones”, señalan propietarios de los hogares afectados.
Este problema no solo se ha venido originando en casas sino también en algunas instituciones educativas, lo que refleja un problema grave de inseguridad, sobre todo en las escuelas, que es donde -a decir de docentes- se debería de tenerse mayor vigilancia en forma constante por el material didáctico que se utiliza para la educación de la niñez.