CapCut cerrará operaciones en Estados Unidos

La popular aplicación de edición de video se suma a TikTok en las restricciones por su vínculo con ByteDance

Washington, D.C. – El gobierno de Estados Unidos ha anunciado el cierre de CapCut, la popular aplicación de edición de video, argumentando que pertenece a ByteDance, la misma empresa matriz de TikTok. La medida, que surge como parte de las acciones para limitar la influencia de compañías tecnológicas chinas, ha generado un fuerte impacto entre millones de usuarios estadounidenses.

En un comunicado, las autoridades señalaron que la decisión responde a preocupaciones de seguridad nacional relacionadas con el manejo de datos personales y la posible exposición de información sensible a actores extranjeros. «Es imperativo proteger la privacidad de los ciudadanos y garantizar que las plataformas tecnológicas no representen un riesgo para nuestra seguridad e infraestructura digital», explicó un portavoz del gobierno.

CapCut, conocida por sus herramientas avanzadas de edición de video que la han convertido en una de las aplicaciones más descargadas, se ha visto en el centro de la polémica junto con TikTok, ambas acusadas de compartir datos de usuarios con el gobierno chino, algo que ByteDance ha negado reiteradamente.

La decisión llega en medio de tensiones crecientes entre Estados Unidos y China en torno a la tecnología y la ciberseguridad. Aunque no se han revelado fechas exactas, se espera que la prohibición de CapCut se haga efectiva en las próximas semanas, lo que obligará a los usuarios a buscar alternativas en el mercado.

La medida ha generado reacciones divididas. Por un lado, defensores de la privacidad y la seguridad nacional celebran la decisión; por otro, creadores de contenido y profesionales que utilizaban la app han expresado su preocupación por perder acceso a una herramienta clave para su trabajo.

Este movimiento subraya el endurecimiento de la postura de Estados Unidos frente a las empresas tecnológicas de origen chino, en un intento por proteger la soberanía digital y mitigar posibles riesgos asociados al flujo transnacional de datos.

Por ALF

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