Álamo, Ver.- Un bebé de alrededor de año y medio de edad estuvo a punto de morir ahogado en una cubeta con agua, a la que cayó por un descuido de sus padres mientras se encontraba a bordo de un autobús estacionado en la céntrica calle Niño Perdido.
El dramático suceso se registró al mediodía del sábado, cuando en las instalaciones de la asociación de citricultores se desarrollaba un evento político, y en el exterior los padres del menor esperaban que terminara la reunión, debido a que el papá era el chófer encargado de transportar a varias personas que asistían al encuentro.
Así, mientras la mamá había descendido de la unidad para comprar alimentos, el niñito se quedó a bordo sin que su padre se percatara que se encontraba cerca de la cubeta con agua, hasta que la señora retornó y descubrió que el pequeño tenía su cabecita dentro del líquido y estaba amoratado.
Rápidamente el bebé fue conducido a Cruz Roja, pero debido a la falta de médico tuvo que ser llevado al Hospital General donde afortunadamente el menor se recuperó favorablemente.
















