Ciudad de México.- Luego de enfatizar que él no es “Peña ni Calderón”, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO) pidió a los pobladores de Aguililla que no se dejen manipular por el crimen que azota la región y se sostuvo en la postura de “abrazos, no balazos”, además de que rechazó ir a la zona para “no hacerle el caldo gordo a la prensa amarillista”.
Durante su conferencia de prensa matutina de este martes, el mandatario fue cuestionado sobre la violencia en Aguililla, ante lo cual pidió a campesinos, productores, comerciantes y afectados por el control del crimen organizado que desistan del camino de la violencia, dejen a un lado el odio y lleven a cabo la práctica del amor al prójimo.
“Y que no se dejen manipular por grupos delictivos que tienen otros propósitos, que aunque aparentan ser muy buenos y les reparten despensas o les ayuden sólo los están utilizando y que nosotros estamos en la mejor disposición de ayudarlos. Que no decidan por querer resolver las cosas con violencia se los pide el presidente de México”, solicitó López Obrador.
Tras recalcar que conoce la región y el pueblo de Aguililla “es bueno y trabajador”, el mandatario les pidió a los habitantes que no se dejen llevar o enganchen por los tres grupos criminales que operan en esa región de Michoacán, pues se dijo pacifista y no desea la pérdida de vidas humanas, ni siquiera de los miembros de las bandas delictivas.
“Aunque se burlen, voy a seguir diciendo abrazos, no balazos”, afirmó el jefe del Estado mexicano, quien reconoció su responsabilidad de garantizar la paz y la tranquilidad, sin embargo, se pronunció en contra de los autodefensas, grupos de civiles formados ante la incapacidad del gobierno para protegerlos de extorsiones y violencia y que incluso se han visto desplazados.
“No vamos a dejar como antes que garanticen la paz los grupos de autodefensa, eso fue un grave error. Nuestros adversarios están mucho muy interesados en que caigamos en la trampa de la provocación de la violencia por que quisieran mancharnos, quisieran poder decir es lo mismo de antes. No, yo no soy Peña ni soy Felipe Calderón”, declaró.
Si bien el presidente se comprometió a mantener la presencia de personal del Ejército mexicano y de la Guardia Nacional en Aguililla, descartó desplazarse a la zona para no atraer los focos de lo que llamó prensa amarillista y de sus supuestos adversarios.
“No quiero hacerle el caldo gordo a la prensa amarillista ni a nuestros adversarios. Si voy, híjole, Reforma, El Universal, las televisoras y todos hablando nada más de eso. Estoy pendiente, estamos actuando, no me estoy chupando el dedo, por algo soy el presidente de más edad en la historia de México, hasta lo dicen mis adversarios y les concedo razón: ya estoy chequeando”, concluyó.
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