Una estudiante fue abusada sexualmente, minutos después de la hora de la salida escolar, cuando nadie se imagina que un ataque así puede ocurrir, a plena luz del día, con gente en tránsito, es impensable para algunos, sobre todo si es cerca de una conocida preparatoria de la ciudad, pero esto sucedió en Poza Rica, en una zona muy céntrica.
María de Jesús, una joven que vive muy cerca de la escuela, observó todo el movimiento policiaco, cómo las patrullas llegaron, como nunca, ya que jamás aparecen tantas y nunca rondan de esa manera “ya para qué, la cosa era antes, pero siempre son así”, reclama.
Los patrulleros llegaron y se bajaron, algunos portaban cascos tácticos, nuevecitos, de esos que les dieron apenas, pero no tenían ni idea de qué hacer, solo arribaron para lucir las nuevas patrullas, porque del atacante nadie supo nada.
Frente al plantel, los elementos policiales solo tomaron fotografías, sacaron el celular y chaz, chaz, chaz, por todos lados, mientras otras patrullas “buscaban” al presunto responsable; minutos pasaron y nadie apareció.
María alcanzó a ver a la jovencita, deshecha, destruida e inconsolable, luego de que un tipo vil y sin pudor la tocó por debajo de la falda de su uniforme, para luego huir por las calles, con total impunidad, sin ningún castigo.
Esta no es la primera ocasión que mujeres son acosadas; los ataques a mujeres han ido en aumento y las autoridades no pueden brindar ni seguridad, ni castigo para quienes cometen estos actos atroces contra las mujeres en esta caótica ciudad.