Abuelito regresó a su hogar tras 16 años

Abuelito regresó a su hogar tras 16 años

Cardel.- La Navidad, época de milagros y segundas oportunidades, trajo consigo una historia de esperanza y amor que conmovió a Veracruz y Sonora. Manuel Alberto Valenzuela, conocido en Cardel como el ‘Jack Sparrow de Cardel’, regresó a su hogar en Tetabiate, Sonora, tras 16 años desaparecido, 12 de ellos dado por muerto por su familia.

Un giro inesperado

La vida de Manuel Alberto cambió drásticamente la noche del 11 de agosto de 2024, cuando un accidente en el cruce de La Y Griega en Cardel lo llevó al Hospital General con fracturas en tibia y peroné. Sin documentos ni familiares que lo identificaran, ingresó al sistema médico como un desconocido, pero su destino estaba por transformarse.

Un equipo que no se rindió

Desde el primer momento, el personal médico, liderado por el doctor Francisco Perrotín Cadena, decidió tratar su caso con la misma dedicación que cualquier otro paciente. «Todos los pacientes son valiosos, sean identificados o no», afirmó Noemí Valdivia Estrella, encargada del área de Trabajo Social. Gracias a este enfoque humano, Manuel Alberto recibió no solo atención médica, sino también apoyo psicológico y emocional.

Jocelyn Rojas, pasante de enfermería, recordó el esfuerzo inicial: «Le dimos un baño, cortamos su cabello y le proporcionamos ropa limpia. Queríamos que se sintiera digno, aunque no supiera quién era».

Un detalle clave

Meses después, mientras conversaba con Jorge Ardiel, camillero del hospital, Manuel mencionó su origen: Tetabiate, Sonora. Este dato fue el punto de partida para una intensa búsqueda liderada por Fabiola Santamaría, trabajadora social. A través de internet y llamadas a autoridades locales, finalmente se localizó a su hermana, Flor Estela Valenzuela Verdugo, quien confirmó su identidad.

El regreso esperado

El 20 de diciembre, Manuel Alberto emprendió su regreso a casa. En Tetabiate, su familia lo esperaba con lágrimas de felicidad, cerrando un capítulo de incertidumbre y dolor que había durado más de una década. «Habíamos perdido la esperanza, pero esta Navidad nos trajo el milagro que tanto pedimos», expresó Flor Estela.

Una lección de humanidad

El caso de Manuel Alberto no solo destaca la importancia de la empatía en el sector salud, sino que también resalta el poder del trabajo en equipo para cambiar vidas. Hoy, Manuel celebra la Navidad rodeado de su familia, demostrando que, incluso tras largos años de separación, los lazos familiares pueden renacer y fortalecerse.

Esta historia es un recordatorio de que nunca es tarde para volver a casa y de que el espíritu navideño puede obrar milagros en los lugares más inesperados.