Un 18 de marzo diferente en Poza Rica

Poza Rica, Ver.- Fueron días, semanas de preparación, de aprender coreografías y confeccionar o comprar trajes y arreglar carros alegóricos para nada. El 18 de Marzo en Poza Rica ya no fue igual.

Maestros ocupaban calles, domos e incluso, con lluvia y frío, utilizaban los salones de clase para preparar su participación en el desfile de la conmemoración de la Expropiación Petrolera, la gran fiesta de los pozarricenses.

Al igual que cada año, ahora con la facilidad que dan las redes sociales, los padres de familia, vía WhatsApp, enviaban y recibían mensajes para acordar con maestros y directores su participación en el desfile.

Hemos vivido siempre con la crisis económica, pero año con año las orgullosas mamás se las ingenian para comprar todo el ajuar de sus hijos para estar presentes junto al contingente.

Doña Laura, que vende comida a la salida de la escuela donde van sus dos hijos, muestra orgullosa el traje del mayor de ellos, que está en la banda de guerra.

«Me salió un poco caro, pero se ve chulo mijo, seguro en esta ocasión sí íbamos a ganar en las comparsas», agrega mientras prepara unas garnachas.

«¿Y ora qué voy a vender si no van a venir chamacos a la escuela?», dice preocupada, pues su esposo, que es taxista, también va a tener menos ingresos porque no habrá clases en las escuelas.

Las calles de la ciudad, temprano y tarde y noche, en este 18 de Marzo lucían llenas de gente. Por todos lados veías estudiantes con uniforme de diario que participaron en el desfile matutino, y los «trajeados» que ya iban en busca de su contingente o comparsa para participar en «el de la tarde».

Y no solo gente de esta ciudad sale a copar el Bulevar Ruiz Cortines, que por cierto desde una noche antes está lleno de sillas y ya se ha colocado la tribuna principal frente a «la Díaz», sino que también vienen de Papantla, Tihuatlán y Coatzintla a admirar el desfile.

Los vendedores ambulantes también se preparan con días de anticipación. Hace calor, una raspa de vainilla con lechera; una horchata con bastante hielo o hay los más osados, una michelada con harto picante y salsa Búfalo.

Chicharrones preparados, tortas, refrescos, confeti, cascarones rellenos de harina, silbatos, sombreros, gorras, globos, de todo encuentras en la calle mientras se espera el paso del contingente.

Los negocios de comida también se alistan y ofrecen desde antojitos mexicanos hasta comida regional o nacional. Los chavos se van por un helado o frappé, o de plano compran sus caguamas en el depósito más cercano.

De pronto escuchas a lo lejos el uluar de las sirenas de las patrullas de Tránsito y la Policía. ¡Ahí viene el desfile! Todos a correr a sus lugares.

La fiesta inicia en Poza Rica. Los carros alegóricos de firmas comerciales también están presentes y bellas chicas y musculosos jóvenes regalan dulces, playeras, vasos y muchas cosas más que arrojan a la multitud durante el paso del desfile.

Antes, hace años, al terminar el paseo, cuando llegaba a la Plaza Cívica 18 de Marzo, el Ayuntamiento organizaba rumbosos bailes que terminaban a altas horas de la madrugada, con grupos de moda. ¡Qué tiempos!

Pero llegó el Covid 19 y todo cambió. Por la emergencia sanitaria se suspendió el desfile y ahora Poza Rica luce diferente. Las calles con calor, pero sin gente, sin desfile, sin fiesta.  Poza Rica, ¡te queremos siempre alegre!

Por Pascual Hernández

Fotos de Rafael Rodríguez Ávila

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