El río Pánuco enfrenta una grave contaminación por descargas y desechos que ponen en riesgo su ecosistema.
Uno de los afluentes más importantes del país, agoniza bajo el peso de la contaminación y el abandono. Sus aguas, que recorren más de 500 kilómetros desde el centro del país hasta el Golfo de México, arrastran desechos urbanos, industriales y agrícolas, lo que lo convierte en el segundo río más contaminado de México. Especialistas advierten que la carga tóxica ha devastado ecosistemas y puesto en riesgo a especies como las nutrias, además de amenazar la salud de las comunidades que dependen de él.
Gerardo Sánchez Torres Esqueda, presidente de Ingenieros sin Fronteras México, explicó que alrededor del 40% del drenaje sanitario de la Ciudad de México termina en la cuenca del Pánuco. A ello se suman los residuos de zonas agrícolas e industriales que carecen de tratamiento adecuado. El experto subraya que los contaminantes inorgánicos, como los metales pesados y agroquímicos, permanecen en el cauce, lo que representa un riesgo grave para la biodiversidad y la salud pública.
Otro problema crítico es la sobreexplotación del recurso hídrico. La extracción desmedida de agua para riego, junto con la infraestructura obsoleta de canales y presas, provoca fugas y desperdicio. La eficiencia del riego agrícola apenas alcanza el 40%, lo que agrava la escasez durante las sequías. Sánchez Torres advierte que sin inversión en sistemas de medición y modernización hidráulica, el Pánuco no podrá sostener la demanda local, mucho menos proyectos de trasvase hacia otras regiones como Monterrey o Ciudad Victoria.
A ello se suma el avance de la cuña salina, que ya afecta el norte de Veracruz y compromete el suministro de agua potable. Mientras tanto, millones de metros cúbicos de agua se pierden en el mar por la falta de obras de almacenamiento. Expertos como Alfonso Arroyo Amezcua señalan que el agua de las recientes crecientes podría tardar más de una década en reponerse, por lo que el riesgo de una nueva sequía es inminente. El Pánuco, antaño fuente de vida y desarrollo, hoy clama por un rescate integral que devuelva el equilibrio a su cuenca.
















