Riesgos de Escuelas

Septiemble

LLAMADA DE EMERGENCIA
RIESGOS EN ESCUELAS
TUM: GUSTAVO GARCÍA SALAZAR

En días recientes, diversos medios de comunicación publicaron una nota sobre un colegio ubicado peligrosamente cerca de una estación de gas. Más allá de la indignación que genera este caso particular, el tema merece un análisis más amplio: no es un hecho aislado. En Poza Rica y en muchas otras ciudades petroleras de México existen escuelas, guarderías y centros educativos que conviven a escasos metros de gaseras, gasolineras y campos petroleros, lo que representa un riesgo latente para miles de estudiantes y maestros.

Normas que lo prohíben (y que se ignoran)

La NOM-003-SEDG-2004 (Distribución de Gas L.P.) y la NOM-007-SEDG-2010 (Planteles de Gas L.P.) establecen que las instalaciones de gas deben mantener distancias de seguridad respecto a edificaciones habitadas, escuelas, hospitales y centros públicos.

Por su parte, la NOM-005-ASEA-2016 y la NOM-006-ASEA-2017 regulan la construcción, operación y mantenimiento de estaciones de servicio de gasolina y diésel, especificando zonas de amortiguamiento y medidas de contención ante fugas o incendios.

De igual forma, la Ley General de Protección Civil y los Programas Internos de Protección Civil obligan a las autoridades municipales y estatales a evaluar los riesgos del entorno antes de emitir licencias de construcción o funcionamiento, algo que en la práctica suele pasarse por alto.

En Poza Rica, la cercanía entre zonas escolares y estaciones de combustible es evidente. Basta recorrer los alrededores de colonias como Puebla, Anáhuac, 27 de Septiembre o Petromex para notar que tanques de gas, ductos y expendios de hidrocarburos comparten espacio con escuelas, jardines de niños o canchas deportivas.

No se trata de alarmar, sino de visibilizar un riesgo que lleva años normalizado. Los permisos se otorgan, las autoridades cambian y las medidas de seguridad siguen dependiendo más del azar que de una política preventiva seria.

El problema no recae únicamente en un nivel de gobierno. Tanto el municipal como el estatal y federal tienen obligaciones claras:
• El municipio, en materia de uso de suelo y permisos de funcionamiento.
• El estado, mediante Protección Civil y supervisión escolar.
• La federación, a través de ASEA (Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente) y SENER (Secretaría de Energía), responsables de regular, autorizar y vigilar las instalaciones de gas, gasolina y petrolíferas.

Pero mientras estas instancias no trabajen de forma coordinada y preventiva, seguiremos reaccionando después del siniestro, en lugar de anticiparlo.

Más allá de las sanciones o clausuras, este tema debería servir como punto de partida para una cultura de prevención real en los entornos escolares: simulacros, planes de emergencia, rutas de evacuación y coordinación con cuerpos de rescate locales.

En una ciudad con historia petrolera como Poza Rica, la prevención no puede ser opcional, sino parte del currículo cotidiano.

Nos leemos el próximo lunes
@llamada de emergencia