Floreció con la Industria Petrolera y la Misión de Servicio
POR: ING. JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ BADILLO
La aparición en la superficie de petróleos del Kilómetro 56 de las vías, que iban de la terminal Marítima de Cobos en el río Tuxpan, al Campo Petrolero Furbero, en el municipio de Coatzintla, trajo muchas expectativas de trabajo y vida para muchos trabajadores, a lo que más tarde se denominó Campo Petrolero de Poza Rica, que dio existencia a la ciudad que habitamos y trajo desde aquellos albores a muchos extranjeros, entre ellos a una significativa comunidad de Chinos con el derecho de trabajar, lo que lograron con ingente dignidad y proporcionaron a esta, un reflejo de ciudad cosmopolita. Para la década de los sesentas prácticamente se habían ido a otros lugares y países, dejando algunos familiares y enormes recuerdos en nuestra historia.
Los Primeros servicios que estos personajes tuvieron, fue en Poza de Cuero, una congregación más joven que Poza Rica, se tiene referencia de su existencia por la década de los años veinte, detonando aún más, con el paso de La Maquinita en el Kilómetro 52. En el enlace de las vías y el camino a la Congregación de Poza de Cuero se fue sentando el comercio venido de Tuxpan, a donde llegaron hombres emprendedores como si hubieran visto el futuro o presintiendo el lugar de éxito en el comercio; tal así, que fueron parte de la creación de la cámara de Comercio.

Café y Restaurant Oriente, junto a lo que fue el molino y peletería Esquitín.
En el año de 1938, existieron los empresarios chinos en la Avenida Independencia de la Congregación de Poza de Cuero; Los Abarrotes y Panadería “El Encanto” de Francisco Chong, El Café Selecto de Alfredo Su; la tienda de abarrotes El Surtidor de Alberto Chew, Miscelánea La Nacional de Don How Chew y Juan Ham tuvo la tienda de abarrotes El Progreso, todos emprendieron sus negocios importando de Tampico sus productos.
En el fresco Campo Petrolero de Poza Rica, estuvieron los abarrotes y Restaurant del Sr. Alberto Chew; Don José Yee tuvo sus Abarrotes y Legumbres en general, José Su famoso Café y Restaurante Oriente, céntrico e higiénico con gran variedad de pan y café caliente, Don Luis Loo, tenía la venta de Abarrotes en general y Café La Universal de José Chío, quienes en tenían mucha simpatía por los trabajadores, quienes eran sus principales cliente.
En la Congregación de Poza de Cuero se asentaron tres comercios de chinos en la calle que unió las vías con el centro de la comunidad, camino donde existió el Café Janitzio de Rafael Su Z; cuando la rúa se convirtió en la avenida Intendencia cambió por el de Café México, nombre con el que desapareció en los años setenta; También en ese tiempo, apareció la tienda “El Tigre” del chino José Heng, esta se distinguió por ser la más surtida en su tiempo.

Abarrotes El Tigre, en la Avenida Independencia de Poza de Cuero 1944.
Restauran México
Quienes incorporaron a la carta de nuestra comida, el café concentrado con leche y los bisquetes calientitos con mantequilla, que formó por muchos años la dieta de los trabajadores madrugadores, esos que a las seis de la mañana ya estaban sentados esperaban con ansia salieran del horno, ya tenían frente a ellos la barra de mantequilla y una espátula para untarla, que en solo segundos se derretía muy apetitosa. Con sazón muy particular, el Chop Suey era un manjar los domingos, se hacía a diario, pero para la familia era su día especial.
Como resultado de importantes comercios en las vías del Kilómetro 52 La Cámara de Comercio e Industria de Tuxpan, creyó inminente su presencia en ese lugar, y se creó una Delegación de esta dependencia comercial, donde los comercios de chinos fueron parte de la creación de esta dependencia empresarial, que invistió por unanimidad al estimado empresario, Don Elías Bisteni en 1934, quien tenía en proyecto aparte de las diligencias del gremio, hacer obras de ayuda social.
Para 1935, Poza Rica siendo aún Campo Petrolero, se fue asentando el comercio y entre ellos los chinos, en la colonia obrera, que ya tenía el trazo urbano que se conserva en la actualidad, se apostaron varios cafés de estos personajes, entre ellos el más recordad, El café Tampico, que tuvo su mejor época a partir que se inauguró el mercado Poza Rica en 1948, y mantuvo durante las décadas de los años cincuenta y sesenta; lo instalo Toño Chong Kin con sus ricos bísquet con mantequilla, por mucho tiempo trabajó ahí la Sra. Vicenta Ponce Blanco, era muy conocida como “Doña Chenta”. Toño era muy entusiasta y nos deleitaba con un dragón que media casi doce metros, en algún festejo del calendario chino, hacia su recorrido bajo la admiración y regocijo de quienes teníamos la oportunidad de presenciar ese espectáculo.
El festejo del año Chino se celebra varios eventos, primero la coronación, entrega de cetro y colocación de la banda a la reina del año, danzas china, presentación de artistas chinos, desfile de vestidos y atuendo, concluyendo con la entrada del Dragón, normalmente había un mensaje del presidente entrante, al finalizar, venía la comida china donde se veía el ritmo y armonía de los palillo con los dedos de los comensales, que era prácticamente toda la comunidad china, La tienda de ultramarinos California estaba en la calle Ocho Oriente entre la Ocho y Seis Norte, y en la esquina de la misma calle Ocho y Seis Oriente.
Tienda El Triunfo estaba en la esquina de la calle 4 Norte y 4 Oriente de la colonia Obrera, puntualmente frente al Hotel Principal, su dueño fue Antonio Chew Kan y su esposa Delfina García Martínez, vivieron sobre la calle Mariano Arista, entre las avenidas Antonio J. Bermúdez y de la Constitución casi esquina con esta última, frente a lo que fue la academia John Gregg. En esa tienda vendían los famosos Chamoys, una fruta seca y salada que tenían una semilla en medio, sabrosísima.

Promocional en 1918 del Café Selecto en Poza de Cuero.
Sus hijos Jesús, Avelino y Artemio Chew García, llegaron de Chihuahua.
El Almacén El Nuevo Mundo estuvo ubicado en la Calle 4 Norte, entre las calles 2 Oriente y 4 Oriente, de la colonia Obrera, su dueño fue Don Federico Chong León y su esposa, la señora Tock Pick Chong. Le decíamos con hilaridad Felelíco, ahí comprábamos famosos Chamoys chinos de ciruelas saladas. Al caminar por ese rumbo, fuera de aquella tienda a decenas de carretoneros y cargadores, que estaban a espera de algún cliente que compraba al mayoreo para surtir su tienda, estos lo acosaban para ofrecer el transporte, el que se hacía sobre una carreta de madera con un eje de ruedas de metal con zapatas de hule de llantas de vehículo.
En una acera de la calle Ocho Oriente a un costado de lo que hoy es El Parque Infantil, estuvo una serie de negocios; La panadería de Julio Wong, una edificación de madera y muy cerca la tienda de Don Juan Wong, y entre ellos “Café Alarcón” de Don Beto Alarcón Aguilar, quien lo traía de Córdoba, Veracruz.
El Café Royal de vida efímera, en un edificio emblemático que construyó el Sr. Enrique Lam Alcalá en la esquina de las Avenida Dos Norte, hoy Heriberto Kehoe Vincent y Calle 14 de Diciembre, en el año de 1964 cerró sus puertas, para dar espacio a la Zapatería Canadá por muchos años; empero, en la actualidad, el edificio es un auténtico símbolo y testigo del desarrollo temprano de Poza Rica, y es un referente en varias asignaturas de nuestra historia.
En la en la avenida de La Constitución casi esquina con la calle Ignacio Zaragoza es de la Colonia Tajín, existió una construcción de madera color verde, que sobre el dintel con letras negras decía “El Tontito”, tienda de un chino cuyo nombre fue Don José Chío, en frente estaba una carnicería y molino de Othón Villegas García, la tienda fue típica de aquella época de los años cincuenta y sesenta, el carisma y atención de este personajes, que se ganó el afecto de sus clientes, lo nombraban de cariño Pepe Chío o la referencia de los vecinos, “Allá con Pepe El Chino”.
En el interior de las casas del campo PetroMex, existió desde 1936 un restaurant en la Casa de Visitas del campo petrolero, sitio donde a falta de casas disponibles para el personal de confianza o comisionados, se situaban, comúnmente le decían Penthouse, se utilizó desde las compañías, el encargado fue el Sr. Roberto Ham Sick, que proporcionó el servicio de alimentos, tarea que terminó hasta la década de los años sesenta; de ahí Don Roberto Ham estuvo encargado por varios años del comedor de Petróleos Mexicanos, cuya concesión era de José Wong Bee.

Anuncio de los Abarrotes El Progreso, de Juan Ham en Poza de Cuero.
En la avenida Central Poniente, entre el área comercial de esa comunidad, existió un Café de chinos llamado “Tampico”, fue del Sr. Francisco Lee, a quien la gente del campo petrolero de la PetroMex le llamaba cariñosamente Pancho Lee o bien “Pancholin”, quien tuvo dos hijos, Pancho y Juanito. El nombre de su negoció se originó por su tierra natal, “El Puerto Jaibo” de donde llegó meses después que los treinta y cinco trabajadores con sus respectivas familias de la compañía Sabalo.
En el año de 1944 se instaló una oficina de gestoría del Banco de Tuxpan primera institución financiera en esta ciudad, su edificio fue de madera y estuvo donde fue el restaurant EL Chalet, el gerente fue Pánfilo López Pacheco, en la misma acera existió La Farmacia del Obrero que años después fue “El Centro Medico Gisela”, vecino fue “Café El Molino”, metros atrás El Café California que colindó con una cantina y tiempo después se amplió para ser el Hotel San Román del Sr. Román Olivares Pastrana, muy junto el Café Las Palmas, que posteriormente fue el “Café Princesa” de Don José Yee; y otros negocios efímeros ya desaparecidos.
Un hecho muy significativo, fue su casino de juego, este estuvo ubicado junto al arroyo del Maíz, en el Kilómetro 52, en una endeble construcción de madera con pegotes de tarro y techo de lámina, El Sr. Maurilio Su Hing, tenía seis mesas y él y tramitaba los permisos de autorización para juegos de azar, ya que administraba el local, donde noche a noche se reunían una gran cantidad de paisanos a beber y jugar naipes, donde se comentaba que se jugaban grandes cantidades de dinero.
Para muchas generaciones de pozarricense, el máximo recuerdo de estos señores empresarios fue el inolvidable “Reloj de la Paz”, en el que edificaron en la que fue la glorieta “El Queso”, una torre de arquitectónica moderna, que a incitaba del Gran Maestro Roberto Ham Sick se realizó, previa donación del aparato mecánico que dio la hora y midió el tiempo cotidianamente por dos décadas y media, que para los pozarricenses, “El Reloj de la Paz”, ¡es un icono indeleble de la ciudad!
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